Agudos observadores como el economista José Luis Cava apuntan que, el trasfondo económico de los acontecimientos de los últimos meses es el ataque al dólar y, por lo tanto, al poder inmenso que ejerce EEUU sobre la economía global.
Hasta 1971 el dólar valía, literalmente, oro. Esa fue la clave para hacer de la moneda norteamericana, la más confiable del mundo. En suma: era mucho más fácil trasladar billetes de papel que lingotes de oro y por esa razón, los países adoptaron el dólar como moneda mundial, si cabe la expresión.
Desde ese año, EEUU puede imprimir sin respaldo material por decisión de Richard Nixon quien, de un plumazo, acabó con el llamado patrón oro.
Cabe agregar que el Banco Central de EEUU no es una institución pública sino público – privada (en la práctica, en manos de banqueros), por eso se le denomina Sistema de la Reserva Federal o Fed.
Por esto, especialistas como G. Edward Griffin califican a ese nuevo sistema como una esquema Ponci, es decir, una gigantesca pirámide; igual que Telexfree o Clae.
Para sostener este sistema tras el abandono del patrón oro, en el año 1973 el mismo Nixon tuvo que celebrar un acuerdo con Arabia Saudita donde se aseguró de que sea la moneda norteamericana la base para la negociación de los cargamentos de combustible.
Desde ese entonces, se dice que el dólar se salió del control pues era cuestión de tiempo para que la FED sea usada como un exprimidor de recursos públicos para colocarlos en unos pocos bolsillos.
La guerra en Ucrania y las sanciones económicas sirvieron como una suerte de votación a mano alzada que puso en evidencia a los países que están completamente sometidos a EEUU y las que no.
China fue el primer gran país en demostrar su posición. Posteriormente India y, lo más dolorosos para EEUU, también Arabia Saudita.
Esto implica que Rusia pueda negociar con estos países sus recursos estrella: gas y petróleo; justamente en días donde se anticipa su escasez en Europa occidental y en EEUU.
Europa Occidental y EEUU son grandes consumidores de combustibles pero, con la actual situación están entrando en una larga decadencia mientras La India y otros países tienen las puertas abiertas al crecimiento económico.
Lo fundamental es que es escenario está listo para el nacimiento de otro sistema para negocios internacionales que prescinda del dólar.
El yuan se perfila como la nueva moneda y, lo peor: China y Rusia tienen la capacidad de respaldar dicha moneda en oro por sus grandes reservas; además, se informó que China tiene muy avanzado el «Yuan digital», una moneda con cero costos en transferencias pero respaldada por algo tan real como el oro.
Que Putin agregue la exigencia de pagar en Rublos las grandes compras de recursos Rusos, pone muy claro hasta qué punto su intención es matar al dólar.
El economista José Luis Cava señala que este sería el principio del fin para el dólar y para el poder casi total del «Tio Sam», en el comercio mundial pues el dólar era su herramienta para castigar o premiar a los países que se sometían a sus dictados.
Con o sin guerra ese era el rumbo de la economía pero fue Putin quien lo aceleró todo y obligó a los demás a tomar posición.