“Con el dominio saudí sobre las decisiones (de la otra parte), no habrá condiciones previas para la paz. El mundo no debe dejarse engañar por Arabia Saudí de que lo que está pasando en Yemen es una guerra civil”, denunció el lunes el canciller del Gobierno de Salvación Nacional yemení, Hesham Sharaf, durante su reunión mantenida en Saná, la capital, con enviado especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a Yemen, Hans Grundberg.

Al dar bienvenida a la tregua entre Yemen y Arabia Saudí, Sharaf enfatizó que “la continuación del alto el fuego está sujeto a la implementación de los términos del acuerdo, la inmediata reanudación de vuelos en el aeropuerto de Saná, y que los barcos petroleros yemeníes no sean bloqueados en el mar”.

De hecho, llamó a la otra parte involucrada en la guerra a tomar medidas prácticas de buena voluntad hacia la paz de manera que sea tangible para el pueblo yemení, víctima de la peor catástrofe humanitaria causada por la agresión saudí desde hace siete años.

El presidente yemení del Comité Supremo Revolucionario, Muhamad Ali al-Houthi, criticó la misma jornada del lunes el viaje de Grundberg a Yemen antes del cumplimiento de las demandas del movimiento popular Ansarolá.

“¿Se han reanudado los servicios bancarios y de nómina, o Estados Unidos se ha comprometido a facilitar los viajes de los médicos desde las Naciones Unidas? ¿Qué se ha hecho realmente?”, cuestionó, mediante un mensaje emitido en Twitter.

El 1 de marzo, la ONU anunció una tregua de dos meses entre Saná y la llamada coalición, liderada por Riad. A pesar de que el acuerdo estipula detener las operaciones militares ofensivas, entre otras condiciones, Arabia Saudí ha violado en reiteradas ocasiones el cese de hostilidades.

Fuente: HispanTv