"Los ataques israelíes llevados a cabo contra la mezquita de Al-Aqsa durante el mes sagrado del Ramadán reiteran los planes de la ocupación israelí para imponer su control sobre el lugar sagrado islámico", dijo el Gran Imán de Al-Aqsa, el sheij Ekrima Sabri. El veterano erudito criticó a los países árabes que "se ocupan de normalizar sus vínculos con el Estado de ocupación israelí mientras éste ataca su tercer lugar más sagrado: la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén".

El académico musulmán sheij Issa Qasem, de Bahréin, también lamentó la normalización con Israel por parte de los Estados árabes, que "socava la identidad árabe e islámica", especialmente dado el simbolismo espiritual de Al-Aqsa para los musulmanes.

"Los gobernantes árabes [de la normalización] han concedido Jerusalén y Palestina por un precio barato, sentados en sus tronos", dijo el muftí suní de Irak, jeque Mahdi Sameedi. "Los académicos musulmanes deben levantarse y cumplir con su trabajo y recordar a los gobernantes que tienen que proteger Jerusalén y buscar la liberación de Palestina".

Con Al-Quds -Jerusalén- como centro de atención, varios otros oradores centraron sus comentarios en el estatus de la ciudad.

"Jerusalén", insistió el jefe de la Iglesia Ortodoxa Griega en la ciudad, el arzobispo Atallah Hanna, "ha sido, es y seguirá siendo palestina y pertenece a sus verdaderos dueños. Todas las medidas coloniales impuestas por Israel son ilegales e ilegítimas".

El líder de la Yihad Islámica Palestina, Ziyad Al-Nakhala, dijo: "los palestinos se levantan hoy para decir que Jerusalén es nuestra. Nuestros combatientes están repartidos por toda la zona de Palestina. No se retirarán antes de lograr la victoria".

Ahmed Fuad, secretario general del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, aprovechó su discurso para rendir homenaje a la resistencia del pueblo de la Palestina ocupada. "El pueblo palestino no conoce la desesperación", dijo al público. "No se detendrán, cueste lo que cueste".

Fuente: MEMO