La Organización Saudí Europea para los Derechos Humanos (ESOHR, por sus siglas en inglés)  afirmó que los funcionarios ejercen varios tipos de amenazas contra periodistas, blogueros y activistas en línea, aprovechándose de la ley de delitos cibernéticos para legitimar su represión.

La organización destacó que Arabia Saudita está asediando digitalmente a periodistas y activistas, y ha utilizado en los últimos años la información que obtuvo digitalmente para perseguirlos y acosarlos en el país o en el extranjero.

Advirtió que se niega la libertad de prensa en Arabia Saudita ya que el gobierno controla los medios de comunicación tradicionales, monitorea ampliamente las plataformas de redes sociales y procesa a los periodistas y a las personas que publican publicaciones críticas en línea mediante arrestos, restricciones, fuertes multas e incluso asesinatos. 

Además, los funcionarios saudíes criminalizan la comunicación con los medios extranjeros y la utilizan como acusación para enjuiciar a las personas.

Según información publicada en 2018, Riad reclutó a empleados de Twitter con el objetivo de acceder a datos, detalles y noticias relacionadas con ciudadanos, activistas y periodistas saudíes.

Informes idénticos mostraron que el phishing en las cuentas de algunos periodistas y tuiteros condujo al arresto y procesamiento de algunos de ellos.

Arabia Saudita utiliza datos privados de las redes sociales para enjuiciar a las personas por sus posiciones y opiniones, dice ESOHR.

Los informes de prensa también confirmaron la compra por parte del gobierno saudí del notorio software espía Pegasus de fabricación israelí, que utilizó para perseguir a los opositores en el extranjero y escucharlos.

Arabia Saudita se encuentra entre los países más represivos para los periodistas, según la clasificación anual que publica la organización internacional Reporteros sin Fronteras.

La clasificación internacional de 2022 clasificó al reino en el puesto 166 de 180 a la luz de las graves violaciones contra periodistas y la represión despiadada de la expresión.

Reporteros sin Fronteras describió a Arabia Saudita como “una de las peores prisiones para periodistas en el mundo” con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa.

El mundo celebró el evento, que cayó el 3 de mayo, en momentos en que Arabia Saudita aún compite por ocupar el primer puesto en la lista de países que reprimen las libertades, en especial la libertad de prensa.

Desde que bin Salman se convirtió en el líder de facto de Arabia Saudita en 2017, el reino ha arrestado a docenas de activistas, blogueros, intelectuales y otros percibidos como opositores políticos, mostrando una tolerancia casi nula hacia la disidencia, incluso frente a las condenas internacionales de la represión.

Se ha ejecutado a académicos musulmanes y se ha encarcelado y torturado a activistas por los derechos de las mujeres mientras se sigue negando la libertad de expresión, asociación y creencias.

En los últimos años, Riyadh también ha redefinido sus leyes antiterroristas para atacar el activismo.

Fuente: PressTv