Sdenka Saavedra Alfaro[1]
El 15 de mayo como todos los años el pueblo palestino conmemora la Nakba, “Día de la Catástrofe”, momento en que Naciones Unidas favoreció la creación del estado ilegítimo de Israel, promoviendo la limpieza étnica de Palestina en manos del proyecto colonial sionista, fecha en donde más de 800.000 palestinos y palestinas fueron expulsados por la fuerza de sus hogares y propiedades, 531 aldeas fueron destruidas, y más de trece mil palestinos y palestinas fueron asesinados por las fuerzas sionistas, desde ese día más de 5, 4 millones de refugiados según la propia ONU, aún siguen impedidos de retornar a sus propias tierras, y los que tienen derecho al retorno.
La Nakba, no terminó en 1948, sino que continúa, tras los 74 años de Apartheid, ocupación, colonialismo, el genocidio, el infanticidio, la violación constante al Derecho Internacional, los crímenes de guerra, la matanza diaria a sangre fría de niños, mujeres, gente civil, y periodistas, como el reciente asesinato a la corresponsal palestina, de la cadena catarí de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, por las fuerzas militares de Israel, el que fue condenado por organismos de derechos humanos, presidentes y el mundo entero, al ser un crimen no sólo a la libertad de expresión; sino que da testimonio de la opresión del pueblo palestino y los crímenes del régimen Israelí, ante los ojos de la Comunidad Internacional, quienes implícitamente se han convertido en cómplices de esta injusticia, al seguir socapando la impunidad a Israel, al que no sancionan, ni bloquean, ni censuran.
Además de ello, este éxodo, sigue tras la continua expropiación de sus tierras, la demolición y la edificación de colonias ilegales, como en estos momentos continúa demoliendo viviendas, dejando desplazados y sin hogar a muchísimas familias. Así por ejemplo desde principios del 2021, las fuerzas israelíes han aumentado las demoliciones, alrededor de más de 80 viviendas palestinas ya han sido derribadas, más de la mitad de ellas en el mes de junio; según la ONG Israelí de derechos humanos B´Tselem, quién al mismo tiempo informó que 63 casas palestinas fueron demolidas en la Ribera occidental.
Recientemente la policía fronteriza y los soldados arrasaron un total de 18 estructuras, incluyendo 12 edificios residenciales, en Hebrón, Cisjordania, y está previsto la construcción de más de 4.500 viviendas en sus asentamientos, y si esto se aprobara, sería la mayor promoción de viviendas de nueva construcción en los puestos avanzados desde que Joe Biden asumió la presidencia de Estados Unidos, como lo señalan los analistas; y si hablamos de las otras ciudades, como las demoliciones de las casas de los palestinos en el barrio de Sheikh Jarrah, categóricamente estaríamos hablando de una colonización, la judaización que lleva adelante el régimen sionista Israelí.
Recordemos, que tras la guerra de los Seis Días en 1967, Israel mantiene ocupado Sheij Jarrah junto con el resto de Jerusalén Este, y hasta el día de hoy, es el centro de asentamientos ilegales, en un intento por parte de las autoridades israelíes de expulsarlos de las ciudades, todo esto con la venia de los Estados Unidos, la UE, y sus huestes; agravándose aún más la situación desde el anuncio que realizó Trump sobre el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, el 6 de diciembre de 2017, y su decisión de trasladar la embajada de ese país a la ciudad Santa, misma que ocasionó múltiples manifestaciones y protestas del mundo entero como dentro de Palestina, las que trajeron víctimas mortales, rechazando la medida que sin lugar a dudas es una violación al derecho internacional y una sepultura al proceso de paz, la que perdura hasta el día de hoy gracias a la actitud obsecuente hacia el sionismo de Joe Biden.
Pues; como lo señala Chambi[2], si realmente se quiere tener paz, los estados que están comprometidos en esta causa, deben ser los primeros en hacer respetar el Derecho; para construir la seguridad internacional, para lo cual es de vital importancia que de una vez por todas se reconozca a Palestina como Estado, a la fecha así lo han legitimado más de 130 estados en el orbe, ello sin duda son muestras claras de apoyo a la erección de un estado Palestino, ya que a partir de ello se podrá hablar de igualdad en derechos y obligaciones. Porque fuera de ello lo que viven los palestinos son: ocupación, genocidio, despojo y agresión, por el solo hecho de no ser un Estado y para que ello ocurra Naciones Unidas en especial, el Consejo de Seguridad, debe de una vez ser responsable ante la sociedad internacional, dejando de vetar la calidad de Estado a Palestina, porque mientras EEUU, Inglaterra y Francia no lo reconozcan como tal en el seno del Consejo de Seguridad, seguirán siendo los cómplices de esta masacre.
Y es en ese sentido, ante esta constante Nakba, que vive el pueblo de Palestina, nuevamente se hace un llamado al mundo entero, a los pueblos libres, y a toda la Comunidad Internacional para que los refugiados palestinos regresen a su tierra de donde salieron, y también para que dé una vez se sancione al régimen sionista israelí, por sus crímenes de guerra que día a día comete, porque hasta que el pueblo palestino no sea liberado, no habrá paz en el mundo. La resistencia del pueblo palestino, en estos 74 años, es un ejemplo ante el mundo.
Por Sdenka Saavedra Alfaro para Annur Tv
[1] Sdenka Saavedra Alfaro escritora y periodista boliviana antiimperialista.
[2] Chambi Calle Roberto, Sdenka Saavedra Alfaro, “Yihad, Guerra Santa y Terrorismo. Una desmitificación del Islam y los Musulmanes”. Ed. Elhame Sharg. La Paz, Bolivia, julio 2015.