En el suroeste de Francia, un restorán acaba de situarse en el centro de una polémica al impedir el ingreso de una madre con sus hijos por vestir hijab. El hecho fue documentado en un video y se reprodujo a escala global en las redes, lo cual devolvió a escena el debate en Francia por el uso del velo en los espacios públicos.
El restorán fue acusado de violar derechos fundamentales de la mujer y se llamó a boicotearlo en las redes sociales. Por su parte, la extrema derecha aprobó el derecho del dueño de usar el derecho de admisión de sus clientes.
La ola de repudios sin embargo, llevó a usuarios en las redes a convocar un boicot al local gastronómico y exigir sanciones por cometer un hecho racista e islamófobo.
Semanas atrás, un artículo publicado en un periódico británico, daba cuenta de cómo el movimiento feminista europeo muchas veces se anteponía a las reivindicaciones de las propias mujeres musulmanas al considerar que estas visten el hijab a su pesar, y son sometidas por el patriarcado. Cuando, sin embargo, es todo lo contrario: la mujer en el islam se empodera con el hijab,