Sdenka Saavedra Alfaro[1]

No cabe duda que el país que goza de impunidad por sus crímenes de guerra, por los delitos de lesa humanidad, en su Apartheid, en su limpieza étnica, colonialismo, el genocidio, el infanticidio, la violación constante al Derecho Internacional, la matanza diaria a sangre fría de niños, mujeres, gente civil, y periodistas, una constante Nakba desde su creación ilegal en 1948, hacia el pueblo de Palestina, el régimen sionista de Israel, esta vez con más vigor muestra su odio e intolerancia hacia la República Islámica de Irán, empleando para ello la política de terror, al  reconocer el asesinato del miembro del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), el coronel Hasan Sayad Jodaei, quién fue asesinado a tiros el pasado 22 de mayo, por dos motociclistas, quienes le dispararon cinco veces mientras estaba en su automóvil en una calle en el este de Teherán.

El diario estadounidense The New York Times (NYT) declaró el miércoles 25 de mayo, que el plan para atacar al coronel Jodaei se remonta a julio de 2021 ; ya que las acciones y acusaciones de Israel contra Irán,  tenían como objetivo evitar que Estados Unidos aceptara eliminar la designación del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica como organización terrorista y, por lo tanto, bloquear un acuerdo sobre la reactivación del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA), es así que poniendo como una supuesta “advertencia”, nuevamente el régimen sionista Israelí ante los ojos del mundo decide ejecutar a otro miembro del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, como lo fue el Sayed Jodaei, recordando también el cobarde asesinato ordenado por Donald Trump, del General Qasem Soleimani, el 3 de enero de 2020, el que representó, la declaración de guerra y sedición contra el frente de la Resistencia y la Comunidad Islámica.

Todos estos actos terroristas, que comete Israel, con la venia de Estados Unidos, y gran parte de la comunidad internacional son crímenes de lesa humanidad, que van en contra la paz del mundo  y que violan la Carta de la ONU, los principios del derecho internacional y los derechos humanos fundamentales, fueron reiteradas veces condenados ante la ONU, considerados como un “acto de terrorismo de Estado”; sin embargo, esta entidad y otras, hasta ahora no hacen nada para frenar, estos crímenes de guerra que comete el ente sionista; pues existe mucha coincidencia al asesinar a hombres que luchan y velan por la seguridad de sus tierras, refiriéndonos al papel del  Sayed Jodaei, al igual del General Soleimani, en su combate contra el terrorismo, en la aniquilación de grupos terroristas como el Daesh (acrónimo en árabe del grupo terrorista EIIL), en Siria, Irak, el Líbano y otros países de Oriente Medio.

Con esto, una vez más comprobamos, la injerencia de los Estados Unidos e Israel en Medio Oriente, aseverando que la República Islámica de Irán es “hoy por hoy”, el blanco de las agresiones del imperialismo, y del sionismo; ya que el país persa, ha puesto todos sus esfuerzos en derrotar militarmente la presencia de Daesh en Oriente Medio, socavando los sucios intereses de Estados Unidos en mantener y resguardar la presencia de grupos terroristas fundamentalistas en la región con el objetivo de saquear las grandes reservas y producción de petróleo.

Y no sólo eso, sino en los últimos años, Estados Unidos y el régimen israelí, han ofrecido todo tipo de apoyo a los grupos terroristas para desestabilizar a Irán y la región. Israel y EE.UU. han entrenado a estas bandas terroristas, como lo hemos manifestado, enviando armas y equipo de comunicaciones para que estos grupos extremistas cometan crímenes, como el asesinar a los científicos nucleares y comandantes militares del país de los Ayatolas[2]. Mohsen Fajrizade, Majid Shahriari, Masud Alim Mohammadi, Dariush Rezainejad, Mostafa Ahmadi Roshan y Reza Qashqaei, se encuentran entre los científicos de energía nuclear de Irán que fueron martirizados en los últimos años por mercenarios y agentes del servicio de inteligencia de Israel (el Mossad).

Con ello, también corroboramos que el objetivo principal de estos actos terroristas es impedir el crecimiento y la influencia de Irán en el mundo científica y económicamente hablando; así como detener el programa nuclear pacífico de Irán, como lo señalan los analistas, y el asesinato del coronel Sayad Jodayi, confirma además la crueldad, la maldad con que la arrogancia mundial reacciona ante un país que vela por la seguridad de otros, enviando no sólo ayuda económica, sino también medicinal, como el reciente envío de vacunas contra el coronavirus que hizo la República Islámica de Irán a Venezuela, demostrando su ayuda y colaboración ante los países que junto a ella se encuentran enfrentando las inhumanas y crueles sanciones; así como bloqueos unilaterales por parte de Estados Unidos como a Cuba, Nicaragua, a la propia Venezuela entre otros, países que son llamados el “Eje del Mal”.

Sin embargo, también vemos, que la “resiliencia” y “resistencia” de los pueblos es más fuerte que el poder de las potencias arrogantes; pues la nación iraní siempre ha seguido el camino de los mártires, y la sangre de ellos no será derramada en vano ; así lo ha señalado el comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), Hosein Salami: “Nuestros enemigos que asesinaron a un miembro indefenso del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica deben saber que vengaremos la sangre de nuestros queridos mártires”; honor y gloria a los mártires. 

Sdenka Saavedra Alfaro

[1] Escritora, investigadora y periodista boliviana antiimperialista. 

[2] Chambi Calle Roberto, Saavedra Alfaro Sdenka; “Yihad, Guerra Santa y Terrorismo, una desmitificación del islam y los musulmanes”. Ed. Elhaime Sharg, La Paz-Bolivia; julio 2015.