Una nueva investigación sobre el asesinato de la periodista palestina Shireen Abu Akleh prueba que las declaraciones de Israel sobre el caso no son ciertas.
Shireen Abu Akleh, corresponsal palestina de la cadena catarí Al Jazeera, recibió el pasado 11 de mayo un disparo en el rostro y murió poco después. El ataque ocurrió, mientras que cubría una redada de las fuerzas israelíes en la ciudad de Yenín, en la ocupada Cisjordania.
Un mes después, el diario estadounidense The Washington Post ha publicado este domingo su propia investigación sobre el caso en la que el medio concluye que la evidencia apunta a que Abu Akleh fue asesinada por disparos de los soldados israelíes.
El medio asegura que examinó “más de cinco decenas de vídeos, publicaciones en redes sociales y fotos del incidente, realizó dos inspecciones físicas del área y encargó dos análisis acústicos independientes de los disparos”. “Nuestro informe [...] confirma todas las pruebas y declaraciones de quienes testificaron al respecto”, ha resaltado el rotativo.
De igual manera, The Washington Post ha insistido en que las declaraciones de la parte israelí sobre el suceso no son ciertas, acusando a las autoridades del régimen sionista de ocultar pruebas relativas a los hechos.
El informe del diario estadounidense ha salido a la luz, mientras que otras investigaciones hechas por los medios CNN y AP también han coincidido en que la periodista de 51 años fue atacada deliberadamente por las fuerzas de la ocupación.
A su vez, Al Jazeera acusa al ente sionista de haber “asesinado a sangre fría” a su periodista “en un acto premeditado que viola las leyes y normas internacionales”.
El asesinato de Abu Akleh levantó una ola de indignación a nivel global. La comunidad internacional denunció que Israel, con total impunidad, sigue cometiendo atrocidades contra los palestinos y calla las voces disidentes recurriendo a la etiqueta de “antisemitismo”.