En Rennes, al oeste de Francia, una mezquita ardió tras un ataque desconocido que arrasó con la construcción. Afortunadamente, en el momento del atentado no había nadie. La mezquita Morouba sucumbió a las llamas luego de que un agresor anónimo arrojara una antorcha. La policía no tiene dudas de que fue un atentado y no un desperfecto de la instalación eléctrica lo que desencadenó el desastre.
El video del incendio se multiplicó en las redes sociales junto con la condena de la comunidad islámica. La fiscalía de Rennes inició una investigación para dar con el culpable.
Las grandes corporaciones mediáticas pasaron por alto el tema. Y el incendio de la mezquita de Rennes no ocupó ni una mención en los grandes noticieros de Francia.