El pasado viernes, la ministra británica del Interior, Priti Patel, aprobó la extradición a Estados Unidos del fundador de la plataforma digital Wikileaks, Julian Assange, quien publicó una gran cantidad de documentos sobre las invasiones de Estados Unidos a Afganistán e Irak, y reveló hechos sobre las operaciones de piratería de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU.
“El caso de Assange es un espejo que refleja la hipocresía de las declaraciones de EE.UU. y el Reino Unido sobre la libertad de prensa: las personas pueden exponer a otros países, pero pueden enfrentar un fuerte castigo, si los expone a ellos y a sus aliados”, ha manifestado este lunes el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin.
En declaraciones ofrecidas a la prensa, el diplomático chino ha denunciado que, para Estados Unidos, reprimir a los medios es ‘actuar de acuerdo a la ley’, mientras hacer que los medios rindan cuentas en otros países equivale a ‘persecución política’.
Tras denunciar que el Reino Unido no ha escatimado esfuerzos para ayudar a Estados Unidos a arrestar y extraditar a Assange, Wang ha dicho que la postura de Londres pone de manifiesto su lealtad a su relación especial con EE.UU., y destaca el hecho de que “Estados Unidos y el Reino Unido han trabajado codo a codo para llevar la represión transnacional contra individuos particulares”.
Entretanto, ha alertado que todos los ojos están puestos sobre las condiciones de los derechos humanos del fundador de Wikileaks y manifestado su esperanza de que al final prevalezca la justicia por encima del abuso y la hegemonía.
Assange fue entregado a la Policía del Reino Unido por el Gobierno ecuatoriano en abril de 2019, y desde entonces espera en la prisión británica de alta seguridad de Belmarsh por la conclusión del proceso de extradición, iniciado por la justicia norteamericana.
El fundador de Wikileaks enfrenta a 17 cargos en Estados Unidos, y las imputaciones, que se penalizan con hasta 175 años de prisión, se relacionan con el acceso y la publicación de datos sobre abusos y supuestos crímenes de guerra de oficiales y autoridades estadounidenses en Irak y Afganistán y Guantánamo (Cuba).