Verso 124 de la Surah Al-Baqarah:
Y cuando su Señor probó a Abraham con ciertas órdenes. Al cumplirlas, dijo: «Haré de ti guía para los hombres». Dijo: «¿Y de mi descendencia?» Dijo: "Mi alianza no incluye a los impíos». (124)
Este versículo representa el vínculo entre las pruebas divinas y el logro del hombre de altas posiciones espirituales. Nos da una gran lección de uno de los grandes profetas de Dios, a saber, Ibrahim (Abraham).
La vida de todos nosotros, especialmente de los fieles, está llena de problemas, penalidades y contratiempos, con los que Dios prueba nuestra fe.
Cada desafío y cada problema en la vida de un musulmán es una prueba.
Si uno se mantiene firme y paciente frente a los problemas, desafíos y tentaciones, pasará con éxito las pruebas, y cuanto más difícil sea la prueba y más firmeza muestre, cuanto mayor sea su estado espiritual y más cerca de Dios se pondrá.
La vida nunca está exenta de problemas y una persona fiel debe tener una actitud positiva ante los problemas y percances y considerarlos una oportunidad de crecimiento y desarrollo personal.
Dios ni siquiera le da la posición de profecía y liderazgo a uno sin probarlo. La posición de profecía es solo para aquellos que han superado con éxito pruebas divinas muy difíciles.
El Profeta Muhammad (bpd) dijo: “Ningún profeta sufrió tanta molestia como yo”.
También se ha narrado del Imam Sadiq (p) que quienes sufrieron más dificultades y percances en la vida fueron los profetas de Dios, luego sus sucesores y seguidores, y luego aquellos que tienen un alto estatus ante Dios. Cuanto más cerca de Dios uno está, más dificultades y contratiempos enfrenta.