Ayatul Kursi es la aleya más importante del Sagrado Corán. Es el verso 255 de la Sura Al Baqara. Su lectura conlleva muchos beneficios para el creyente y se convierte en una vía para lograr la satisfacción del Creador y la protección contra las intrigas de Satanás.
La importancia especial que se le da al verso se debe a las enseñanzas sublimes que contiene, incluida la frase¡Al.lah! ¡No hay más dios que Él!, lo que denota puro Tawhid (monoteísmo).
¡Alah! Nada ni nadie merece adoración excepto Él, el Viviente [Eterno], el Sustentador.No le afectan la somnolencia ni el sueño. A Él pertenece todo lo que existe en los cielos y en la Tierra. ¿Quién puede interceder por alguien ante Él, si no es con Su permiso? Él conoce lo que hay ante ellos y lo que hay tras ellos mientras que ellos no abarcan nada de Su conocimiento, excepto lo que Él quiera (enseñarles). Su Trono se extiende sobre los cielos y la Tierra y cuidar de ello no Le causa fatiga. (el Corán 2:256)
Los nombres de Dios y Sus atributos se han mencionado en este versículo 16 veces. Por eso se hace referencia a Ayatul Kursi como el lema y el mensaje del Tawhid.
La Ilaha Illa Allah (No hay más Dios que Allah) es la identidad de todo musulmán y el primer lema e invitación del Santo Profeta.
Creer en ella es fuente de salvación para todo ser humano. La creencia en el Tawhid hace que uno considere todos los poderes y atracciones como insignificantes. Un ejemplo de las lecciones del Tawhid es que los musulmanes no se postrarían ante los reyes y los poderosos.
La palabra Viviente [Eterno], significa que la muerte y la inexistencia no tienen sentido cuando se trata de Dios. Sostener todo significa el sostenimiento constante del mundo por parte de Dios. El hecho de que ni la somnolencia ni el sueño lo venzan significa que Su atención al mundo es interminable. Y Él es dueño de todo lo que hay: Suyo es todo lo que hay en los cielos y todo lo que hay en la tierra.
Sin Su permiso, nadie tiene el poder de interceder, lo cual es otro énfasis en la unidad de Dios en poder y voluntad. Así que niega cualquier ídolo o entidad que busque socavar el dominio de Dios.
La palabra Kursi (asiento, trono) no debe verse como una cosa física y un asiento en el que Dios se sienta, pero, como dice Allameh Tabatabaei, Kursi es un rango en las filas del conocimiento de Dios que nadie puede medir.
Significa el poder y dominio de Dios sobre los cielos y la tierra.
La frase "Él conoce lo que hay ante ellos y lo que hay tras ellos" también se refiere al conocimiento infinito de Dios sobre el presente y el futuro. Indica que todas las cosas distribuidas en el tiempo y el espacio están en un lugar que es el conocimiento de Dios y se lo conoce como Kursi.