El Ministerio ruso de Defensa ha anunciado este miércoles que sus fuerzas armadas destruyeron dos sistemas avanzados de lanzamiento de misiles de alta precisión estadounidenses HIMARS y sus municiones en la República Popular de Donetsk, sita en el este de Ucrania.
El Ejército del país eslavo utiliza estas armas, suministradas por Washington, con el fin de atacar zonas residenciales, según denuncian desde Donetsk.
El ataque ruso ha tenido lugar después de repetidas advertencias de Moscú sobre suministro de armas a su vecino occidental, que, a juicio de Rusia, son “no solo un movimiento peligroso, sino acciones que convierten a los convoyes pertinentes en objetivos legítimos”, en el medio de la operación militar rusa en Ucrania.
La comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, declaró este martes que Ucrania ha violado normas internacionales de derechos durante el conflicto que mantiene con Rusia en la región del Dónbas.
“Si bien todavía debemos tener acceso a los territorios ocupados por las fuerzas rusas hemos documentado que ambas partes han cometido violaciones de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho humanitario internacional", concretó.
Alrededor de 1.000 personas han sido detenidas por ser sospechosas de apoyar a Rusia en el conflicto por los Servicios de Seguridad de Ucrania y la Policía Nacional, explicó.
"Nos preocupa que los arrestos no se hagan de acuerdo con las obligaciones de Ucrania” declaró y expresó su preocupación por doce presuntos casos de desaparición forzada por la seguridad ucraniana.
Según reporta la Oficina de Derechos Humanos 4.889 civiles han muerto, entre ellos 335 menores de edad, pero esta cifra solo obedece a registros por lo que se cree que la cifra es mayor.