Israel está considerando la aprobación la próxima semana de dos megaplanes de asentamientos ilegales compuestos por 3412 unidades de vivienda en Al-Quds, lo que forzará la expulsión de más de 2000 palestinos de comunidades beduinas, según ha denunciado este domingo la Comisión de Colonización y Resistencia al Muro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
A través de un comunicado, la citada comisión ha sostenido que el régimen de Tel Aviv pondrá en marcha los planes de expandir la presencia de colonos israelíes en el este de Al-Quds en una extensión de más de 200 000 metros cuadrados, muy cerca del barrio palestino de Beit Safafa.
El portavoz de esa comisión de la OLP, Muayad Shaban, ha criticado que la ejecución de dichos planes conducirá al “desplazamiento forzoso” de más de 2000 nativos de las comunidades beduinas de Jabal al-Baba, Wadi al-Jamal, Bir al-Maskoub, Wadi Snisil y Abu George, lo que equivale a “un crimen de guerra”.
“Los dos planes unirán todos los asentamientos de la zona oriental fuera de los límites de la ciudad, con los asentamientos de dentro de los límites municipales, transformando así las aldeas palestinas en esos enclaves asediados por colonias [...] forzando un giro demográfico en el área en favor de la población colona”, ha añadido.
A su vez, la ONG israelí IrAmin ha puesto énfasis en la necesidad de que inmediatamente se tomen las medidas necesarias para detener el expansionismo del régimen sionista, pues violan los derechos palestinos y socavan la viabilidad de un futuro Estado palestino.
Entre 600 000 y 750 000 israelíes residen en más de 250 asentamientos ilegales que se han construido desde la ocupación de Cisjordania y el este de Al-Quds por Israel en 1967. Las estructuras son ilegales conforme al derecho internacional que prohíbe la construcción en el territorio ocupado.