Según los reportes, miles de personas salieron a las calles de varias ciudades haitianas para exigir la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, además de protestar contra el aumento de los precios de los combustibles y oponerse a la intervención de fuerzas armadas extranjeras.
Los sucesos fueron más intensos en las comunas de Cité Soleil, La Saline y Tiremasse, describen los reportes, antes de detener a los grupos en Delmas, adonde llegaron en tránsito hacia Petion Ville.
La policía reprimió a la muchedumbre con gases lacrimógenos y munición real, mientras la población respondió con piedras.
Además de Puerto Príncipe, se produjeron protestas en Gonaïves, al noroeste del país y en Cabo Haitiano, al norte, donde los participantes atracaron un banco.
Las informaciones dan cuenta de nuevos llamados de organizaciones sociales y políticas para otra movilización general durante toda la semana, con el objetivo de impactar nuevamente a la nación haitiana.
Hace alrededor de dos meses que la situación se mantiene especialmente tensa por las medidas del Gobierno, la crisis humanitaria que vive la población y la violencia de las bandas armadas que controlan gran parte del territorio y la economía, coinciden analistas.
A ello se suman el brote incipiente de cólera que amenaza al país y la solicitud gubernamental de intervención armada para controlar la situación, algo que muchos consideran una violación de la autodeterminación del pueblo haitiano y piden su revocación.