El ataque terrorista ha tenido lugar este miércoles por la tarde (hora local) y ha dejado 15 muertos, entre ellos niños y mujeres, y ha causado heridas a al menos 40 personas.
“Esta tarde, nuestros soldados [...] llevaron a cabo una operación en Shiraz [...], que dejó 40 heridos y muertos”, ha informado la banda takfíri mediante un comunicado
Según reportes de medios locales, un hombre armado abrió fuego con un rifle de asalto Kalashnikov contra los fieles que estaban dentro del santuario a las 17h45 (hora local). Más temprano, varios informes daban a conocer que el ataque había sido perpetrado por tres hombres armados no iraníes que ingresaron al santuario.
Shiraz es un destino popular para las peregrinaciones y el turismo. El último ataque de este tipo en esta ciudad ocurrió en abril de 2008, cuando una bomba colocada en una mezquita mató a 14 personas.
Al respecto, el presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, ha condenado el atentado terrorista y prometido una “respuesta ejemplar” para los promotores del ataque.
Además, el ministro iraní del Interior, Ahmad Vahidi, ha descrito el atentado terrorista como un nuevo “crimen cometido por los enemigos” contra la nación iraní y parte de la “trama y el plan complicado” urdidos por los adversarios para crear violencia y derramar la sangre de los inocentes.
El ataque ha tenido lugar 40 días después de que la joven iraní Mahsa Amini falleciera tras ser detenida por la policía. Aunque la Organización de la Medicina Forense de Irán confirmó que la muerte de Amini se produjo por un fallo orgánico múltiple y no por golpe en la cabeza o en órganos vitales, los países occidentales han culpado, desde el principio, a los agentes policiales del incidente, haciendo todo lo posible para manipular la información, en busca de exacerbar a la ciudadanía a salir a las calles a protestar contra el sistema de la República Islámica de Irán.
Elegir esa fecha para realizar el ataque terrorista parece ser una medida deliberada con el propósito de incitar a más violencia y odio en Irán. Al respecto, Vahidi ha dicho que el atentado terrorista contra un sitio sagrado como Shah Cheraq ha mostrado que los enemigos que apoyan los disturbios en Irán buscan profanar las santidades islámicas y se oponen a la religión y sentimientos religiosos, en general.