En un momento en que Irán es escenario de disturbios planificados por las potencias extranjeras, aprovechándose de la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, se produjo el miércoles un atentado terrorista en la ciudad iraní de Shiraz (suroeste), el cual se saldó con 15 muertos y decenas de heridos.

Si el ataque hubiera ocurrido en algún otro tiempo, podría servir de carnada por parte de los medios de desinformación, con sede en Europa y Estados Unidos, y sus cadenas afiliadas como BBC Persian e Iran Internationl para afirmar que hay una brecha de seguridad en el sistema de la República Islámica. Pero parece que esta estrategia no surtirá efecto en la actualidad.

De hecho, dichos medios que abogan por defender al “pueblo oprimido de Irán” temen que la opinión pública vea el objetivo detrás del atentado de Shiraz el mismo que persiguen los alborotadores y vándalos durante los últimos disturbios en el país.

Por todo, se esfuerzan por desviar las miradas del atentado y lo único que han hecho es cuestionar la reivindicación por Daesh del siniestro y las declaraciones de las autoridades iraníes de que los disturbios y caos allanan el camino para actos terroristas.

La verdad es que, no es de lógica que un sistema gubernamental recurra a generar una crisis con el fin de superar otro problema que, de hecho, no es tan serio.

Los últimos acontecimientos demuestran que Irán ha sido objeto de una guerra dura y blanda a la vez dirigida desde el extranjero. Algunos de estos hechos son los recientes disturbios, los infundios sin fundamento de la compra de aviones no tripulados (drones) a Rusia contra Ucrania, la atribución de algunas muertes en las últimas semanas a la República Islámica, las falsas acusaciones antiraníes y, el último caso, el atentado terrorista en Shiraz, precisamente, 40 días después de la trágica muerte de la joven iraní Mahsa Amini.

Por todo ello, si buscamos la identificación de los autores intelectuales del ataque terrorista de Shiraz, todas las huellas llegan cerca de los patrocinadores de los medios hostiles durante los disturbios en Irán.

Efectivamente, los medios antiraníes han puesto los ojos en Irán para cubrir, a su manera, los disturbios que han dejado pérdidas humanas y materiales, para aprovecharse de la muerte de Mahsa Amini y causar tensiones en el país.

La República Islámica denuncia una guerra híbrida lanzada por ciertos medios y sus políticas de doble rasero, que conforme alerta Teherán, persigue el fin ulterior de incitar a la violencia en el país.

Irán ha prometido venganza contra los autores materiales e intelectuales del atentado terrorista ocurrido en Shiraz, en el marco de su determinación para garantizar la estabilidad nacional.

Además, las autoridades iraníes ven las huellas de Estados Unidos, Israel y varios Estados europeos en los recientes actos vandálicos y la violencia callejera en el país persa y aseguran que actuarán con firmeza ante los que atentan contra la seguridad y la paz de Irán.

Fuente: Hispantv