Allison Fluke-Ekren, una mujer de 42 años del estado de Kansas, en el medio oeste de EE. UU., cometió actos terroristas en Irak, Siria y Libia durante un período de ocho años. 

También admitió haber dado entrenamiento militar a más de 100 mujeres y niñas, incluidas niñas de tan solo 10 años. Se declaró culpable de los cargos en junio.

Al mostrar fotos de sus hijos en una cena, trató de fingir que simplemente llevaban una vida normal en Siria durante su estadía en el país devastado por la guerra.

Pero los fiscales describieron a Fluke-Ekren como la 'Emperatriz de ISIS' y dijeron que fue acusada de enseñar a mujeres y niñas de tan solo 10 años cómo usar armas automáticas y detonar granadas y cinturones suicidas.

Sus hijos también denunciaron a su madre en la corte, diciendo que fueron abusados ​​física y sexualmente por su madre. 

En una declaración leída en la corte el martes, la hija de Fluke-Ekren dijo que "el ansia de control y poder" había hecho que su madre llevara a la familia al otro lado del mundo para encontrar a ISIS. 

Ella le dijo a la corte que su madre era buena para ocultar el abuso que cometió. Relató un incidente en el que su madre, aparentemente como castigo, le echó un medicamento contra los piojos por toda la cara, lo que le provocó ampollas y lastimó gravemente los ojos.

Más tarde, Fluke-Ekren trató de lavar la sustancia de la cara de su hija, pero encontró resistencia. La razón de esto la describe la hija de Fluke-Ekren: “Quería que la gente viera qué tipo de persona era ella. Quería que me cegara.

Fluke-Ekren ha negado las acusaciones ante el tribunal, pero el primer fiscal federal adjunto, Raj Parekh, dijo que incluso dentro de ISIS, las personas que conocían a Fluke-Ekren dijeron que su ideología estaba fuera de lugar. Las acciones de Fluke-Ekren "agregaron una nueva dimensión al lado más oscuro de la humanidad", dijo Parekh.

Según el Departamento de Justicia de EE. UU., Fluke-Ekren, cuya familia es del Medio Oeste, trabajó como maestra en Estados Unidos antes de abandonar el país y unirse al grupo terrorista ISIS Takfiri en Siria.

El ejército estadounidense ha estacionado fuerzas y equipos en el noreste de Siria, y el Pentágono afirma que el despliegue tiene como objetivo evitar que los campos petroleros en el área caigan en manos de ISIS. Damasco, sin embargo, dice que el despliegue está destinado a saquear los ricos recursos minerales del país.

Las fuerzas estadounidenses han estado involucradas activamente en el país árabe bajo el pretexto de luchar contra ISIS, pero informes creíbles apuntan a una alianza secreta entre los dos en sus intentos de derrocar al gobierno sirio.

Numerosos informes y funcionarios regionales señalan el papel de Washington en la transferencia de elementos de ISIS en toda la región e incluso en el transporte aéreo de suministros al grupo.

Fuente: PRESSTV