Una semana atrás, un puente colgante sobre el río Machu, en India se desplomó provocando la muerte de 141 personas. El puente de 151 años, que había sido remodelado y restablecido a fines de octubre, tiene capacidad para soportar hasta 125 personas. Y en el momento del colpaso había, se calcula, 500.
Podrían haber sido más las víctimas si no fuera por un joven, Naeem Shaikh y un grupo de amigos que lograron rescatar a más de 50 personas. “Yo sé nadar bien así que hice lo que pude con mis amigos”, dijo en los medios Naeem. “Tuve varias heridas en el rescate. Y toda la escena me partió el corazón”. Naeem se convirtió en héroe instantáneo y los mensajes elogiosos en las redes se multiplicaron por todo el país. En un nación donde la islamofobia es moneda corriente, los activistas islámicos aprovecharon el momento para reclamar que la sociedad deje de tratar a los musulmanes como criminales. Los héroes no sólo salvan vidas, a veces también ayudan con el ejemplo a que otros tomen conciencia de sus prejuicios.