Esto sigue a la revelación de que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de EE. UU. está realizando una investigación sobre el crimen. En septiembre, después de muchas negativas, Israel admitió que había una "alta posibilidad" de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) hubieran matado a Abu Akleh "accidentalmente". Los testigos han dicho lo contrario e insisten en que las FDI habían atacado específicamente a los periodistas que informaban desde Jenin, en la Cisjordania ocupada. Las investigaciones realizadas por organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación respetados han corroborado las declaraciones de los testigos.

La responsabilidad penal es algo que Israel quiere evadir, de ahí su reacción ante la noticia de que el FBI ha abierto una investigación sobre el crimen de las FDI. Cuando Israel llevó a cabo su propia "investigación", EE. UU. apoyó los hallazgos y adoptó la narrativa israelí de que Abu Akleh fue simplemente una víctima de circunstancias trágicas, en lugar de un objetivo deliberado de asesinato.

Israel fue informado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos que el FBI está realizando una investigación. Abu Akleh tenía doble nacionalidad, por lo que la ley estadounidense lo hizo inevitable. Como era de esperar, los funcionarios israelíes han dicho que no cooperarán con la Oficina. El ministro de Defensa israelí saliente, Benny Gantz, tuvo el descaro de calificar la investigación como "un error" al recordar a Washington que las FDI "han llevado a cabo una investigación profesional e independiente". El hecho de que las FDI investiguen a sus propios soldados es, obviamente, cualquier cosa menos "independiente", pero para Israel la "independencia" simplemente significa que ninguna otra entidad debe interferir con su capacidad para actuar con impunidad.

Israel mata a tiros a la periodista de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, durante la invasión de Jenin – Viñeta [Sabaaneh/Middle East Monitor]

El primer ministro Yair Lapid repitió los mismos argumentos erróneos acerca de que las FDI son un "ejército moral y basado en valores" e insistió en que la institución investiga a fondo los "incidentes aberrantes". Lapid confirmó la narrativa israelí de que el soldado de las FDI que mató a Abu Akleh se estaba defendiendo de presuntos disparos terroristas. "No abandonaremos a los soldados de las FDI a las investigaciones extranjeras, y nuestra fuerte protesta ha sido transmitida a los estadounidenses en los niveles apropiados", insistió.

Abu Akleh era ciudadano estadounidense, lo que le da a Washington influencia sobre la apertura de una investigación sobre el asesinato. Sin embargo, la investigación criminal está viciada por la alianza política entre Estados Unidos e Israel. Para EE. UU., la investigación solo se lleva a cabo debido a la nacionalidad de Abu Akleh; otros palestinos asesinados por Israel no atraen la atención de Estados Unidos. Por lo tanto, dentro del marco político más amplio, debe reconocerse que la identidad palestina de Abu Akleh no le preocupa a Washington. Según Axios , la Casa Blanca y el Departamento de Estado estadounidense no estuvieron detrás de la decisión del FBI de abrir una investigación, lo que indicaría que el gobierno estadounidense busca dejar intacta la violencia colonial de Israel como estrategia política.

La negativa de Israel a cooperar no es nada nuevo, pero cabe señalar que EE. UU. eligió centrarse en la responsabilidad penal mientras eliminaba la política colonial que resultó en el asesinato de Abu Akleh. La investigación se basa en la ciudadanía estadounidense, no palestina, lo que significa que Abu Akleh habría sido solo otro nombre olvidado si no fuera por su doble nacionalidad. Claramente, EE. UU. establecerá sus límites con respecto a la investigación sobre el asesinato selectivo de Abu Akleh por parte de las FDI, y otros palestinos quedarán fuera de los parámetros establecidos, dejando a la empresa colonial de colonos libre para seguir expandiéndose sobre la tierra de la Palestina ocupada y matando palestinos. con impunidad.

MEMO