Para mitigar la creciente islamofobia, Estados Unidos ha decidido incluir en la última décadas programas de inclusión de la comunidad islámica. Estas iniciativas que promueven la diversidad fueron desde universidades que ajustaban sus horarios de comidas durante ramadán para los ayunantes, y expandían los lugares para rezar en el campus, hasta series de Netflix y el lanzamiento de Nike del primer velo islámico deportivo.
“Todas estas iniciativas no son suficientes, sin embargo, para abordar de fondo con la islamofobia”, reflexionó Evelyn Al Sultani, profesora en la Universidad del Sur de California y autora de un texto donde debatía sobre este tema en la revista Time.
Que Hollywood haya lanzado Mrs Marvel, con una protagonista musulmana, o la comedia Ramy, sobre una familia islámica, son intentos positivos para mostrar por dentro a la comunidad. Pero, de acuerdo al artículo de Al Sultani, sólo lidian con la parte superficial del problema. Pues las raíces de la desigualdad permanecen intactas. De acuerdo a Al Sultani, hasta que Estados Unidos no cambie su política exterior que alienta una mirada de deshumanización sobre los musulmanes y los considera una amenaza, el fondo de la cuestión no cambiará. La desigualdad, las brechas sociales, y la discriminación calan tan hondo en la sociedad que ningún velo de Nike puede remediarla. Sólo una decisión auténtica de la Casa Blanca de dejar de criminalizar al islam en todo el mundo.