Lula: el fénix en la política de Brasil

Lula: el fénix en la política de Brasil

Autor: Diana Valido Cernuda
Annur TV
Wednesday 07 de Dec.
Lula: el fénix en la política de Brasil

El presidente electo tomará posesión en enero de 2023. Comenzará un tercer mandato lleno de desafíos en un país que no se parece mucho al que gobernó años atrás, pero Lula hará hasta lo imposible por recuperar Brasil.

Volver a incluir a los pobres en el presupuesto y que todos los brasileños hagan tres comidas al día. Es la premisa fundamental de Luiz Inácio Lula da Silva, en este, su tercer período como presidente. Pudieran parecer objetivos simples, pero resultarán tareas titánicas, teniendo en cuenta el panorama que enfrenta el gigante suramericano. 

Lula regresará a dirigir los destinos de Brasil en enero de 2023, pero imaginar que eso sucedería cinco años atrás parecería un sueño imposible. Sus enemigos le habían construido la peor de las trampas. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) fue declarado culpable en 2017 por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero. Esas acusaciones le impidieron participar en las elecciones de 2018 y tras pasar 580 días en prisión, en noviembre de 2019, la justicia brasileña le revocó al ahora presidente electo, las condenas que había recibido por la llamada Operación Lava Jato.

Ha llovido mucho desde entonces, el país ha cambiado (para mal) y no se parece mucho al que gobernó de 2003 a 2010, pero Lula tiene confianza en la restauración de los indicadores sociales que sacaron de la pobreza a millones de brasileños.

Brasil: un país dividido  

Maycon Maciel es miembro del comité estadual de Río de Janeiro del Partido Comunista de Brasil, una de las fuerzas políticas que creó alianza con el PT en esta contienda electoral. En su opinión, el principal desafío del nuevo gobierno es reconstruir un país dividido, teniendo en cuenta el resultado electoral de la segunda vuelta donde Lula obtuvo un 50,9% de los votos frente a un 49,1% de Bolsonaro. “Estamos hablando aproximadamente de 58 millones de brasileños que escogieron a Bolsonaro y 60 millones de brasileños que escogieron a Lula. El desafío es grande. Por eso tenemos la comprensión de que el presidente tendrá la tarea de reconstruir Brasil y resolver las dificultades que afrontamos en estos momentos.”

Durante la campaña electoral, el equipo de Lula publicó un documento llamado Directrices del Programa que anuncia compromisos generales de lucha contra el hambre, la pobreza, el desempleo y la desigualdad social, además de la defensa de la democracia y la soberanía nacional.

El periodista brasileño Breno Altman quien ha seguido de cerca la carrera política de Lula, explica  en entrevista exclusiva que su programa de gobierno tendrá varios puntos en común con su gestión anterior: “Una nueva administración liderada por Lula volverá a adoptar una nueva política de valoración del salario mínimo por encima de la inflación, retomará las inversiones del estado para dinamizar la economía y generar empleo, aprobará una reforma tributaria para que tributen los más ricos, asegurará los recursos en educación y salud, buscará un programa de ingresos mínimos para los más pobres como hizo en el pasado con el Bolsa Familia.”

Para muchos resulta un misterio entender cómo un obrero, devenido líder sindical, pudo convertirse en presidente y calar en la conciencia de millones de personas por su capacidad de administrar un país, reducir la pobreza, la desigualdad de ingresos y lograr una transformación en el tejido más profundo de la nación. La fórmula, según su biógrafo Fernando Morais radica en los orígenes del líder del PT y la influencia de su madre. Así lo ha expresado el presidente electo.

“Fue mi mamá, nosotros éramos siete hijos y nuestro padre nos abandonó y todos tuvimos que trabajar y cada uno al final del mes le entregaba el sueldo intacto a la vieja. Ella hacía un bolo (pozo) general y redistribuía primero el básico a todos: la farmacia, el carnicero, la ropa y no sé qué…Si sobraba algo ella lo volvía a redistribuir entre los hijos pero no en la misma proporción que cada uno había entregado(….)Sí que hay que saber de quién tú vas a sacar, para distribuir a los demás. Es el método de doña Lindú, pernambucana como él, explica su biógrafo, la vieja era dura, se separó del marido porque tomaba mucho y no aguantó más la violencia contra los chicos.”[1]

Ahora no se trata solo de distribuir ganancias. Lula deberá, en primer lugar, alcanzar ese diálogo nacional al cual se refería en su primer discurso porque sabe que un importante porciento de la población no votó por él. Por esa razón anunció que retomará las conferencias nacionales para escuchar las propuestas del pueblo en cuanto a las políticas públicas en salud, educación, seguridad, derecho de las mujeres, viviendas, etc.  

“Vamos a retomar el diálogo con gobernadores, alcaldes, para definir juntos las áreas prioritarias de cada población. No interesa el partido al que pertenezca el alcalde o el gobernador. Nuestro compromiso será siempre con la población de cada municipio del país. Todo lo que se decida como política habrá salido de esos diálogos con la ciudadanía”, explicó el electo mandatario. 

 

Lula también apostó por retomar el diálogo con el poder legislativo y el judicial sin interferir en los otros poderes. “Tenemos que reconstruir la convivencia entre los poderes como parte de la normalidad democrática”,expresó el presidente. En ese sentido, el mandatario ya estableció conversaciones con el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, un aliado bolsonarista, para encarar una enmienda constitucional que cambie el congelamiento presupuestario impuesto en el gobierno de Michel Temer y propicie una nueva directriz para los recursos estatales, especialmente la reimplementación del programa Bolsa Familia, ahora llamado Auxilio Brasil, con el objetivo de garantizar 600 reales (120 dólares) a la población humilde para sacarlos de la indigencia, como efecto inmediato de esta política pública. 

Parte del éxito de su más reciente victoria electoral reside en las alianzas con otras fuerzas políticas que comparten el objetivo común de cambiar el panorama del país. El miembro del Partido Comunista de Brasil André Lacerda, quien también fue entrevistado para esta investigación, afirmó que Lula logró reunir la mayor cantidad de partidos en torno a la alianza en la primera vuelta y ampliar esa coalición en la segunda vuelta.  

Lula consiguió incluso que otros candidatos a la presidencia como Simone Tebet (tercera en número de votos en las presidenciales del 2 de octubre) le dieran su apoyo. La líder del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) considera que Brasil “necesita ser reconstruido después de casi cuatro años de Gobierno de Bolsonaro, en los que el país fue abandonado en la hoguera del odio y la negación de la pandemia de coronavirus”.

 

 

Brasil está de vuelta 

Luiz Inácio Lula da Silva ha participado en seis elecciones presidenciales. Las tres primeras las perdió. Se dice que pensaba abandonar la carrera política pero Fidel Castro le dio un consejo diferente.

“¿Me permites discrepar contigo? Desde que se conoce la institución de la elección en una comunidad para elegir a alguien, desde que esto fue inventado, no hay un solo caso de un obrero de mano dura y sin un dedo, que haya recibido un millón doscientos mil votos en una sociedad tan conservadora como Brasil. Yo estoy seguro del mejor servicio que tú puedes hacer” [2]

Así fue la respuesta del líder de la Revolución Cubana a Lula de acuerdo con el biógrafo Fernando Morais quien presenció esa conversación. Las palabras de Fidel, inevitablemente influyeron para que en 2002 Lula alcanzara su primera victoria electoral.

Durante sus dos mandatos anteriores, el presidente brasileño llevó los conceptos de integración y cooperación a la práctica diplomática más extendida, impulsando organizaciones regionales junto a otros presidentes como Hugo Chávez y Néstor Kirchner.

“El mundo extraño ese Brasil soberano que habló de igual a igual con los países más ricos y poderosos y que al mismo tiempo contribuyó al desarrollo de los más pobres. Aquel Brasil que apoyó el desarrollo de los países africanos a través de programas de cooperación e inversión y transferencia de tecnología , que trabajó por la integración de América Latina y el Caribe, que fortaleció el MERCOSUR y ayudó a crear UNASUR, BRICS, y CELAC. Hoy le decimos al mundo que Brasil está de regreso”, afirmó Lula en su primer discurso luego de conocer la victoria en segunda vuelta.

El periodista brasileño Breno Altman está convencido de que la elección de Lula representará un cambio radical en la actual política exterior de su país y la unidad latinoamericana. “Bolsonaro ha colocado a Brasil en una posición subordinada y supeditada a Estados Unidos en todos los temas importantes, comportándose como un perro guardián de la política imperialista en Latinoamérica especialmente contra Venezuela y Cuba, el gobierno de turno operó para vaciar Mercosur, UNASUR, además de haber rebajado la participación brasileña en los BRICS y haber afectado al país en casos internacionales como la lucha contra el medio ambiente y la COVID- 19”

Por ello, el retorno de Lula representa una política exterior basada en la integración de Latinoamérica, en la reconstrucción de UNASUR, MERCOSUR, en la consolidación de la CELAC, y en el respeto a la libre determinación de los pueblos. “Brasil volverá a tener una posición contrahegemónica en el mundo a favor de un orden multipolar, actuará de forma independiente frente a las grandes potencias como Estados Unidos. Yo creo que quizás en la política exterior es que va a ocurrir de forma más rápida e intensa un cambio en la situación brasileña”, añadió el periodista.

El planeta necesita una Amazonía viva

La reciente cumbre COP27 celebrada en Egipto contó con la participación del recién electo presidente brasileño, aún cuando también estuvo presente una delegación del actual mandatario  Jair Bolsonaro.

El mundo se está quedando sin tiempo para reponerse del daño ambiental que le ha provocado el propio hombre y urgen las medidas concretas. Lula decretó las estrategias que desde el gigante suramericano se pueden aplicar para enfrentar el cambio climático. 

Brasil ya mostró al mundo el camino para vencer la deforestación y el calentamiento global. Entre 2004 y 2012, la nación suramericana redujo la tasa de deforestación en la Amazonía en un 83%, mientras que el PIB agrícola creció en un 75%.

 

Quizás la noticia que más recogieron los medios de todo el discurso de Luiz Inácio Lula da Silva fue la propuesta de realizar la conferencia del clima de la ONU de 2025 en la Amazonía, pero el nuevo gobierno de Brasil dijo mucho más.

La lucha contra el cambio climático será uno de los ejes centrales de su gestión. El nuevo gobierno busca invertir en las oportunidades creadas por la transición energética, con inversiones en energía eólica, solar, hidrógeno verde y biocombustibles. 

“Vamos a crear el Ministerio de los Pueblos Indígenas, para que los propios indígenas puedan presentar al gobierno propuestas de políticas que les garanticen una supervivencia digna, seguridad, paz y sostenibilidad”, expresó Lula durante su discurso en Egipto.

Por otro lado, el líder brasileño anunció que Alemania y Noruega informaron su intención de reactivar el Fondo Amazonía para financiar medidas de protección ambiental en la selva tropical más grande del mundo.

“Tenemos 30 millones de hectáreas de tierra degradada. Tenemos el conocimiento tecnológico para hacerlos cultivables. No necesitamos deforestar ni un metro de bosque para seguir siendo uno de los mayores productores de alimentos del mundo”, argumentó Lula.

Haciendo uso de las posibilidades que ofrecen las iniciativas resultado de la integración regional, el nuevo presidente también ejercerá la realización de la Cumbre de Países Miembros del Tratado de Cooperación Amazónica con el objetivo de que Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela puedan, por primera vez, discutir de manera soberana la promoción del desarrollo integral en la región, con inclusión social y responsabilidad climática.

El retorno de la esperanza

En opinión del periodista brasileño Breno Altman, el gobierno de Lula enfrentará cuatro desafíos principales. 

En primer lugar el estado brasileño fue destrozado después del golpe de 2016, sus agencias de servicios públicos fueron desorganizadas, debilitadas y vaciadas. Tendrá que ser reconstruido el estado brasileño para que el gobierno de Lula pueda cumplir con su programa. 

“En segundo lugar, Lula no va a tener la mayoría parlamentaria. Los partidos de izquierda no tendrán más de 150 escaños en la cámara de diputados. El gobierno deberá mostrar mucha capacidad de negociación y movilización popular para aprobar leyes y medidas de su interés”, agregó el especialista.

En tercer lugar la burguesía brasileña incluso aquellos que hoy están en contra de Bolsonaro harán todo lo posible para evitar la derogación de las reformas liberales y bloquear las medidas que apuntan a aumentar los salarios de los trabajadores y los impuestos a los capitalistas. 

“Finalmente el cuarto problema es la fragilidad de la economía brasileña, fuertemente desindustrializada y dependiente de la exportación de productos agrícolas, ganaderos y minerales. No tengo dudas de que este es un escenario mucho más delicado que hace 20 años cuando Lula fue elegida por primera vez”, agregó Altman.

Lula está de vuelta, habla de dialogar con toda la nación, reindustrializar el país, invertir en la economía digital, exportar no solo materias primas sino también bienes y servicios. Impedir la tala de la Amazonía, darle de comer a todos los brasileños, fortalecer la integración de América Latina y ser una voz a favor de la paz mundial. Son ambiciones gigantes, pero para quien salió de la cárcel cuando nadie lo creía posible, quien perdió tres elecciones presidenciales y luego ganó otros tres comicios, se trata de metas a cumplir.
 

  1. Veiga, G (9 de octubre de 2022) Lula es un sobreviviente online https://www.pagina12.com.ar/488255-lula-es-un-sobreviviente
  2.  Ibídem

Al Mayadeen


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