El clérigo afirmó que “el plan secreto se formulará en varios ejes y fases, pero tendrá un objetivo: poner el pontificado bajo tal tensión que Francisco tendrá que renunciar”.
Al mismo tiempo, el cardenal agregó que los opositores de Francisco “saben que en este momento son una minoría, [y] que necesitarán tiempo tanto para ganar consenso como para debilitar a Bergoglio”.
El clérigo se refirió al nombre del Papa Francisco antes de que asumiera el cargo de jefe de la Iglesia Católica en marzo de 2013.
Según el cardenal, algunos de los supuestos "conspiradores" operarán "en la sombra", mientras que otros serán más abiertos en sus críticas al Pontífice en funciones, conocido por sus críticas al capitalismo.
Según los informes, una supuesta campaña para derrocar a Francisco también se centrará en la delicada salud de Francisco. El hombre de 86 años se sometió a varias cirugías durante el año pasado y usó una silla de ruedas en público por primera vez en mayo de 2022.
Mientras tanto, algunos informes especularon sobre el tema, alegando que los "conspiradores" no querían actuar contra Francisco mientras Benedicto aún estaba vivo, para evitar la situación sin precedentes de tener dos papas jubilados vivos.