Amro Khmour, de 14 años, fue alcanzado por una bala en la cabeza este lunes en el campamento de refugiados palestinos de Dheisheh, al sur de Belén.

Con esta nueva muerte, ya son 14 los palestinos asesinados en lo que va de este año en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania. Cuatro de los muertos son niños.

Para justificar este nuevo asesinato, el ejército israelí de ocupación afirmó que había llevado a cabo una operación en el campamento de refugiados debido a que "sospechosos habrían lanzado piedras hacia los soldados, que respondieron abriendo fuego".

Ayer domingo, Ahmad Khala, padre de familia de 45 años tras enfrentarse verbalmente con los soldados israelíes que lo bajaron de su vehículo sin motivo alguno y como siempre lo insultaron y lo empujaron. Cuando la víctima resistió, le dispararon a sangre fría y a quemarropa.

Para Israel resistir la ocupación militar es “terrorismo” y criticar las violaciones a los derechos humanos es “antisemitismo”. 

La alta cifra de muertos palestinos, donde prácticamente todos los días hay asesinados y heridos, se debe a la política del “gatillo fácil” que Israel lleva a cabo en contra de la población palestina bajo ocupación. Los militares asesinos nunca tendrán que rendir cuentas por los crímenes cometidos e incluso cundo asesinan a niños y bebés.

Por otro lado, el silencio y la hipocresía de la comunidad internacional frente a la ocupación militar y el apartheid israelí da luz verde para seguir cometiendo crímenes. Algunos países se conforman por “condenar” y “reprochar” o emitir declaraciones absolutamente inútiles, mientras ellos mismos los que suministran las armas asesinan a lo israelíes.

Europa y Estados Unidos solo hablan de derechos humanos, libertad, democracia cuando les conviene. Ellos los que financian y arman a Israel, el mayor violador de los derechos humanos del mundo, por ser aliado y protector de sus intereses económicos y geopolíticos en la región.

Fuente: Corresponsal de PalestinaLibre.org en Jerusalén ocupada