A la luz de las recientes protestas neofascistas en Brasilia durante las cuales partidarios de Bolsonaro destruyeron varias valiosas obras de arte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, despidió el martes a 40 miembros de las fuerzas armadas que custodiaban su residencia presidencial.
Días después de que ocurriera la insurgencia en la Corte Suprema y el Palacio Presidencial, Lula dijo que los alborotadores probablemente obtuvieron ayuda interna.
Lula dijo a los periodistas que ordenó una "revisión exhaustiva" del personal del palacio presidencial después de los violentos disturbios del domingo.
Un aviso publicado en el diario oficial el martes dice que 40 miembros de las fuerzas armadas han sido despedidos en la residencia del presidente Alvorada.
La semana pasada, Lula dijo que cualquier "bolseñonarista radical" que se descubra todavía trabajando para el gobierno será tratado.
"¿Cómo puedo tener una persona fuera de mi oficina que podría dispararme?" preguntó mientras sospechaba que los miembros de los servicios de seguridad podrían haber tenido algo que ver con los disturbios.
Bolsonaro salió de Brasil dos días antes de la toma de posesión presidencial de Lula.
Según los informes, se encuentra en los EE. UU. y está siendo investigado por cargos de instigar los disturbios, cargos que él niega.
Según los informes, cuarenta y seis miembros de la Cámara de Representantes de EE. UU. han instado a la administración del presidente Joe Biden a retirar cualquier visa estadounidense que pueda tener el ex presidente brasileño Jair Bolsonaro.