Con cada gobierno de ocupación israelí que asume el cargo, comienzan a surgir especulaciones, preguntándose qué significaría el nuevo gabinete para los palestinos.
Simplemente, la respuesta es que los palestinos seguirán siendo asesinados y detenidos, sus casas serán demolidas y sus tierras serán robadas, ¿y por quién? Nada menos que por una entidad establecida sobre la sangre y las ruinas del pueblo y las ciudades palestinas, "Israel".
Este seguirá siendo el caso pase lo que pase hasta que Palestina sea liberada.
Luego de su victoria electoral el 1 de noviembre, Benjamin Netanyahu asumió el cargo a fines del mes pasado al frente de una coalición con partidos sionistas y de extrema derecha, algunos de cuyos funcionarios ahora encabezan ministerios clave.
Este es el sexto mandato de Netanyahu después de que fue derrocado del poder en junio del año pasado, poniendo fin a su carrera de 12 años como primer ministro, convirtiéndolo en el primer ministro con más tiempo en el cargo desde el comienzo de la ocupación israelí de Palestina.
Incluso antes de asumir el cargo, el gobierno de Netanyahu colocó la continua expansión ilegal de asentamientos en Cisjordania en la parte superior de su lista de prioridades y se comprometió a legalizar una serie de puestos de avanzada ilegales como parte de su acuerdo de coalición con los partidos sionistas y de extrema derecha.
El acuerdo de coalición prometió el compromiso de "avanzar y desarrollar asentamientos en todas partes" de la Palestina ocupada, incluida la Cisjordania ocupada, sabiendo que la mayoría de la comunidad internacional considera ilegal la ocupación israelí de Cisjordania.
Netanyahu prometió anexar Cisjordania por completo "mientras elige el momento y considera los intereses nacionales e internacionales de Israel".
El acuerdo también incluyó las llamadas “reformas judiciales”, otorgando a los legisladores más poderes en términos de designación de jueces y anulando las decisiones de la Corte Suprema con una mayoría simple de 61 legisladores.
Incluye un compromiso para expandir y aumentar enormemente la financiación gubernamental para los asentamientos israelíes en la ciudad de Al-Khalil en la Cisjordania ocupada.
El acuerdo de la coalición incluye una cláusula que se compromete a cambiar las llamadas "leyes contra la discriminación", que permite a las empresas israelíes negarse a prestar un servicio a las personas "debido a una creencia religiosa".
Ahora, el gobierno de Netanyahu está bajo escrutinio y enfrenta críticas por sus controvertidos planes. El sábado, unos 20.000 colonos israelíes ilegales salieron a las calles de "Tel Aviv" contra el gabinete.
Según el acuerdo, el líder de Otzma Yehudit y ministro de policía de ocupación, Itamar Ben-Gvir, y el líder del sionismo religioso y ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ambos conocidos por su extremismo, recibirán poderes para influir en la expansión ilegal de asentamientos en Cisjordania.
Recientemente, Ben-Gvir dijo que dio instrucciones a las fuerzas de ocupación para que retiraran las banderas palestinas de los espacios públicos .
En un comunicado, Ben-Gvir, más conocido por llamar a la matanza de palestinos, afirmó que ondear la bandera palestina es un acto de "apoyo al terrorismo".
“No puede ser que los infractores de la ley ondeen banderas terroristas, inciten y fomenten el terrorismo, por lo que ordené retirar del espacio público las banderas de apoyo al terrorismo y detener la incitación contra Israel”, dijo.
La decisión de Ben-Gvir no es nueva. De hecho, bajo el mandato de Levi Eshkol, que pertenecía al llamado “Alineamiento Laboral”, la ocupación israelí prohibió las banderas palestinas en 1967, inmediatamente después de la Guerra de los Seis Días, que resultó en la ocupación de Cisjordania y Gaza.
Como medida punitiva, el gobierno de ocupación israelí anunció el 7 de enero que incautará algunos ingresos de la Autoridad Palestina (AP) y revocará el permiso de viaje especial del Ministro de Relaciones Exteriores de la AP.
Entre las medidas de represalia estaba la incautación de 39 millones de dólares en ingresos fiscales recaudados en nombre de la Autoridad Palestina y su transferencia a los israelíes, la deducción de los pagos que la Autoridad Palestina otorga a las familias de los mártires y prisioneros palestinos y la congelación de la construcción palestina en la Cisjordania ocupada.
El gobierno de Netanyahu también dijo que tomará medidas contra las organizaciones en Cisjordania ocupada que supuestamente “promuevan actividades terroristas o cualquier actividad hostil”, incluidos los grupos que supuestamente llevan a cabo “acciones políticas y legales contra Israel bajo la apariencia de trabajo humanitario”.
A pedido de la Autoridad Palestina, la Asamblea General de la ONU (AGNU) aprobó a fines del mes pasado una resolución solicitando una opinión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre las implicaciones legales de la ocupación ilegal de Palestina por parte de "Israel" y sus "prácticas y actividades de asentamiento que afectan los derechos del pueblo palestino”, un día después de que el gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, asumiera el cargo.
La Asamblea General votó 87-26 con 53 abstenciones sobre la resolución. La CIJ es el tribunal supremo de las Naciones Unidas que se ocupa de cuestiones internacionales. Sus decisiones son vinculantes, pero no tiene autoridad para hacerlas cumplir.
Antes de la votación, la ocupación israelí intentó realizar grandes esfuerzos para incitar y atraer a varios países para evitar que se aprobara la resolución.
La oficina de Netanyahu afirmó que el gabinete estaba actuando en "respuesta a la decisión de la Autoridad Palestina de librar una guerra política y legal" contra "Israel".
Al comentar sobre la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Netanyahu dijo el domingo que "Israel" no estaba obligado por lo que llamó la "decisión despreciable".
“El gobierno actual no se quedará de brazos cruzados frente a esta guerra y responderá según sea necesario”, dijo la oficina de Netanyahu.
Significativamente, el año 2022 fue “el año más mortífero para los palestinos de Cisjordania en casi dos décadas”, indicó The Washington Post en un informe. La Franja de Gaza también fue testigo de una agresión israelí de tres días en agosto .
Cabe señalar que estos crímenes se cometieron bajo un gobierno de ocupación israelí llamado “centrista”, lo que demuestra que en realidad no hay diferencia entre las políticas adoptadas por los diferentes gobiernos hacia los palestinos, ya sean de izquierda, de centro o de derecha.
Para los palestinos, uno solo puede esperar que las políticas planificadas del gobierno de Netanyahu y sus ministros sionistas extremistas contra los palestinos, incluidos los prisioneros, puedan generar más tensiones, instigando así enfrentamientos más violentos con la Resistencia palestina.
Por ejemplo, a principios de enero, Ben-Gvir irrumpió en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa , protegido por un gran número de fuerzas de ocupación israelíes, en un movimiento provocador que recibió la condena internacional.
El nuevo gobierno de ocupación israelí está haciendo todo lo posible para reprimir a los grupos emergentes de la Resistencia palestina en la Cisjordania ocupada, especialmente en Nablus y Jenin.
Una simple búsqueda en Internet revela que las masacres contra los palestinos antes y después de la Nakba de 1948 fueron cometidas por bandas sionistas que se definían a sí mismas como sionistas socialistas/laboristas.
De hecho, Tikva Honig-Parnass, exsecretaria del llamado “Partido Unido de los Trabajadores” israelí, consideró en una entrevista para International Socialist Review que el partido que se autodefine como marxista estaba “llamando al socialismo por un lado, y participar en el gran robo de las tierras de los palestinos”, por el otro.
Honig-Parnass también reveló que el llamado movimiento laborista sionista, encabezado por el Partido de los Trabajadores de “Israel”, “dirigió el proyecto colonial sionista en Palestina durante el período anterior a 1948”.
Después de la Nakba palestina, 17 gobiernos de ocupación israelíes fueron encabezados por los llamados socialistas/sionistas laboristas como David Ben-Gurion, Levi Eshkol, Golda Meir y Yitzhak Rabin. Estos fueron los mismos gobiernos bajo los cuales “Israel” ocupó tierras árabes, como el Sinaí egipcio y los Altos del Golán sirio en 1967.
Otro criminal de guerra israelí que se definió a sí mismo como socialista fue el ex primer ministro de ocupación israelí, Shimon Peres, quien, bajo su mandato, las fuerzas de ocupación israelíes bombardearon el 18 de abril de 1996 un recinto de las Naciones Unidas en Qana, Líbano, matando a más de 100 civiles e hiriendo a muchos más, la mayoría de los cuales eran mujeres, niños y ancianos.
En conclusión, no importa quién dirija cualquier nuevo gobierno israelí y cuál sea la ideología de ese gobierno, la ocupación israelí siempre se basará en un sistema de colonialismo de colonos que se basa en el genocidio y el colonialismo para expulsar por la fuerza a los palestinos y traer en su lugar a colonos israelíes ilegales. . Nunca es que un gobierno israelí simplemente ponga fin a su ocupación de Palestina y otras tierras árabes en una iniciativa de buena voluntad.
Por lo tanto, especular sobre los planes del gobierno más nuevo no produce nada, ya que los resultados de tales planes son siempre los mismos, por lo que la atención debe dirigirse a liberar cada centímetro de las tierras árabes ocupadas por “Israel”. Ya es hora de abstenerse de describir a los israelíes como izquierdistas o derechistas, dado que todos los gobiernos israelíes han masacrado palestinos y robado sus tierras bajo su proyecto sionista.
Izquierdista, centrista o derechista, la brutalidad israelí nunca dejará de existir, e "Israel" seguirá derramando sangre palestina.
Fuente: Al Mayadeen