Casi 19 años después de la sospechosa muerte del expresidente palestino Yasser Arafat, documentos británicos revelaron que el expresidente estadounidense George Bush instó a la CIA a encontrar un reemplazo para Yasser tras la Intifada de Al-Aqsa en 2001.
En ese momento, EE. UU. fracasó en meditar las negociaciones de "Camp David" en 2000 entre Arafat y Ehud Barak , el entonces primer ministro israelí, luego de la escalada de tensiones y enfrentamientos en Cisjordania ocupada y la Franja de Gaza.
Los documentos, que fueron publicados recientemente, revelaron que Bush pronosticó que Ariel Sharon, quien sucedió a Barak en el poder, usaría la Franja de Gaza para sembrar la división entre los palestinos.
También destriparon las discusiones que tuvieron lugar entre Gran Bretaña y Estados Unidos unos meses después de que Bush y su gabinete dominado por los neoconservadores gobernaran.
Cabe señalar que cuando Bush asumió la presidencia en enero de 2001; la segunda Intifada palestina, que estalló después de que Sharon irrumpiera brutalmente en los patios de la mezquita Al-Aqsa el 28 de septiembre de 2000, estaba en su apogeo.
En ese momento, la administración Bush instó a los líderes palestinos a poner fin a la intifada antes del comienzo de las conversaciones de seguridad con "Israel".
Tras la cancelación del proyecto, Bush y el primer ministro británico, Tony Blair , hablaron por teléfono sobre la situación en los territorios palestinos ocupados.
En uno de los registros filtrados, el primer ministro británico expresó su "preocupación" por Arafat y agregó que "ya no tiene nada más que ofrecer de lo que tenía", lo que implica que ha hecho todas las concesiones posibles.
Bush compartió la misma postura que Blair y luego llamó a Arafat "débil e inútil". Reveló que había solicitado que la CIA buscara posibles sucesores del líder palestino.
Después de casi cuatro años de tensos esfuerzos estadounidenses, el líder palestino murió el 11 de noviembre de 2004 en Francia a causa de una hemorragia cerebral causada por lo que se creía que era una sustancia química letal introducida en su cuerpo. Palestinos y árabes culparon a "Israel" de su muerte.
Fuente: Al Mayadeen