Opinión

Ucrania, la guerra alimentada por Occidente (EEUU-UE) y la diplomacia de los Cañones

Ucrania, la guerra alimentada por Occidente (EEUU-UE) y la diplomacia de los Cañones

"Si occidente quiere poner un alto a la guerra debe acatar la Resolución 2202 del Consejo de Seguridad, y buscar los mecanismos para la solución del conflicto, no hacerlo es yuxtaponer el Derecho Internacional (por enésima vez) a los deseos de Washington y Bruselas, denotándose con ello que el objetivo no es Ucrania sino pulverizar a Rusia y China." - Por Roberto Chambi Calle
Roberto Chambi Calle
Monday 20 de Feb.
Ucrania, la guerra alimentada por Occidente (EEUU-UE) y la diplomacia de los Cañones

Roberto Chambi Calle[1]

Casi al cumplirse un  año de la guerra entre Rusia y Ucrania iniciada el 24 de febrero de 2022, todo indica que el proceso de paz aún está lejos, una conflagración que iba a terminar en unos meses, hoy se va extendiendo más allá de todos los pronósticos; más aún que Ucrania no se enfrenta sólo al oso asiático, ya que está asesorada y acompañada por EEUU, la Unión Europea y sus aliados occidentales, quienes aún se empecinan en ganar una batalla casi imposible, pues Rusia aún no ha utilizado toda su capacidad militar ni atómica.

Ucrania hoy, se ha convertido en el alfil de occidente, quién no quiere entender que a veces las grandes guerras se ganan mediante el uso de instrumentos diplomáticos enmarcados en el Derecho Internacional, y no impulsando una “guerra” que no llegará a ningún puerto, peor aún para quienes mediante el uso y abuso de su soberanía quieren empujar al mundo a una tercera guerra mundial, similar a la iniciada por Adolfo Hitler, y hoy continuada por los partidarios del Nazismo como Selensky, Azov (organización Neo Nazi criminal, racista y fascista) y los integracionistas nacionalistas que tienen como fin sostener su régimen para seguir masacrando al verdadero pueblo Ucraniano.

Los resabios del nazismo no sólo se focalizan en el territorio ucraniano; sino tienen la intención de expandir su “poderío” a Rusia, en otras palabras, ellos sueñan con doblegarla sabiendo que detrás de ella está China, India, Corea del Norte e Irán; ¿Cuál es su verdadera intención?

El nazismo ucraniano viene desde la Primera y Segunda Guerra Mundial, en las figuras de Dimitro Dontsov (Melitopol 1883, Montreal 1973), Fundador de la Teoría del Nacionalismo Integral, Stepán Bandera (Stari Uhríniv 1909, Múnich 1959), político nacionalista ucraniano de extrema derecha de la Organización de Nacionalistas Ucranianos llamado OUN-B y Yaroslav Stetsko (Tarnópol, Galitzia, Imperio austrohúngaro 1912, Múnich, Alemania Occidental 1986) servidor obsecuente de los intereses estadounidenses en la zona, así por ejemplo este junto al Chiang Kai Chek fundó la Liga Anticomunista Mundial, él que reunió a muchos torturadores y colaboradores del régimen Nazi como Klaus Barbie (“El carnicero de Lyon”) implicado en el asesinato del “Che” Guevara en Bolivia. 

Con el derrocamiento (“Euromaidán”, 2013-2014) de Víktor Yanukóvich de tendencia prorrusa y frente a un régimen impuesto en Kiev —producto del golpe de Estado— el Dombas y Crimea, manifestaron su repudio mostrando siempre su predisposición de pertenecer a Rusia, en tal sentido las milicias integracionistas se articularon para cometer actos criminales a quienes el “nuevo régimen” les otorgó la calidad de “Combatientes de la Independencia”. 

Son justamente estas milicias del “nacionalismo integrista” de tendencia Nazi que el año 2022 planificaron el ataque al Dombas, territorio que ya antes había desconocido su pertenencia a Ucrania y que abogaba por un referéndum para formar parte de Rusia. Conscientes de ello, los nacionalistas (Neonazis) planificaron el ataque a estos territorios, y que Rusia (por sus servicios de inteligencia) al haberse dado cuenta por una cuestión de seguridad y protección a los civiles hizo la incursión iniciando las acciones militares de defensa a la población.

La guerra preventiva iniciada por Rusia obedece a la normativa internacional, ya que el Consejo de Seguridad mediante la Resolución 2202 del 17 de febrero de 2015, instó y obligó a que se apliquen para la cuestión del conflicto los “Acuerdos de Minsk” del 12 de febrero de 2015, exhortando a las partes, apliquen íntegramente el conjunto de medidas, incluido el alto al fuego; así como el día primero después del cese al fuego y retirada se lleve a cabo los diálogos con miras al autogobierno de Donetsk y Lugansk “así como el régimen futuro de esas zonas” con arreglo a la ley, concediéndose a la par indultos y amnistías, prohibiéndose enjuiciamientos y castigos a las personas involucradas en  Donetsk y Lugansk; ¿Se cumplieron los acuerdos?

Si occidente quiere poner un alto a la guerra debe acatar la Resolución 2202 del Consejo de Seguridad, y buscar los mecanismos para la solución del conflicto, no hacerlo es yuxtaponer el Derecho Internacional (por enésima vez) a los deseos de Washington y Bruselas, denotándose con ello que el objetivo no es Ucrania sino pulverizar a Rusia y China.

No se puede entender que aun existiendo una resolución vinculante del Consejo de Seguridad no se pueda allanar la paz. De seguir los sueños bizarros de Velodímir Selensky y sus padrinos (EEUU, UE) de eliminar a sus enemigos, no tendrá otra respuesta más que una guerra nuclear en donde China, Irán e India los borrarán del mapa polarizándose así nuevamente el mundo — si es que sobrevivimos — en dos frentes, por lo tanto, que occidente siga alimentando este conflicto enviando sistema de misiles HIMARS, tanques pesados (Liopard 2, Alemania), drones, cazas F16 (promesa de EEUU); así como el envió de millones de dólares, o sostener que "Las armas son el camino hacia la paz”, tal cual dijo en Davos el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg,  es seguir echando pólvora a una guerra que destruirá la humanidad.

Por Roberto Chambi Calle

[1] Miembro del Observatorio de Geopolítica Internacional “Ayatolá Jomeini”.


Comparti esta nota

Comparti esta nota

Copyright (c) 2024 AnnurTV. Todos los derechos reservados.
Organización Islamica Argentina. Felipe Vallese 3614, C1407MHH, CABA, Buenos Aires, Argentina