Según las narraciones, un hombre se acercó al Profeta Muhammad (la paz sea con él) y después de escuchar un verso del Corán, alcanzó el puesto de faqih (jurista islámico).
El hombre fue a la mezquita del Profeta y dijo: “¡Oh Profeta de Dios! ¡Enséñame el Corán!”
El Santo Profeta (la paz sea con él) le indicó al hombre que uno de sus compañeros le leyera la Surah Al-Zalzalah. Habiendo llegado a los dos versos: "Quien haya hecho [aunque sólo] el peso de un átomo de bien lo verá - y quien haya hecho [aunque sólo] el peso de un átomo de mal lo verá", el hombre reflexionó profundamente y preguntó: "¿Están estas son las revelaciones de Dios?"
Una vez que recibió una respuesta positiva, el hombre dijo: "He recibido mi lección de este verso... estas frases son suficientes para mi vida", y salió de la mezquita.
El compañero le contó la historia al Profeta, quien le reveló que el hombre salió de la mezquita cuando había alcanzado el nivel de un "faqih".
Es una fuente de pesar que un individuo sin educación haya logrado encontrar el verdadero enfoque de la vida y el verdadero conocimiento, recibiendo un título del Santo Profeta, mientras que muchas otras personas, aunque aparentemente alcanzan alturas considerables en el estudio y la teoría, no logran elevarse por encima espiritualmente. y permanecen estancados en la práctica.
Este texto fue tomado de un trabajo del investigador y comentarista iraní sobre el Corán Mohsen Qara'ati.