Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Rachel Corrie, quién se convirtió en ícono de la resistencia civil por la causa palestina, fue miembro del Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM), creado el 2001 por activistas pro-palestinos, quienes promovieron diferentes luchas pacíficas en contra las violaciones del régimen israelí con sus continuas demoliciones y las pésimas condiciones de vida de los palestinos, mostrando la verdadera cara del ente ocupante.

Es así que Rachel viajó a la Franja de Gaza como activista pro-palestina durante la intifada de Al Aqsa, o “segunda intifada”, cuando el pueblo palestino se levantó contra las condiciones de vida en que se encontraban, tras la visita del líder fascista, Ariel Sharon, la muerte de al menos 7 adolescentes palestinos y tras los años de ocupación, bajo el apartheid, la invasión, la colonización del régimen israelí, desde 1948 cuando los palestinos fueron expulsados de sus tierras. Intifada que duró aproximadamente cinco años (2000-2005), la que fue derrotada vía el asesinato selectivo y la represión masiva del pueblo palestino, dejando un saldo de más de 3.600 muertes entre ellas, mujeres y niños; pero además “el plan de desconexión a Gaza”, la que sienta las bases para su bloqueo, una verdadera cárcel a cielo abierto, que termina de imponerse el 2007.

Precisamente cuando Rachel Corrie llegó a Palestina, la Franja de Gaza había quedado partida en dos por controles militares israelíes, existiendo clausura de fronteras, abusos en los puestos de control, demolición de casas, arrestos masivos incluidos menores de 18 años, y la construcción de un muro del apartheid, el que no sólo impide la comunicación entre las aldeas; sino también el que arrebata de reservas de agua dulce y tierras fértiles a los palestinos, situación que hasta el día de hoy continúa.

Todos estos vejámenes en contra de los palestinos, la llevó a Rachel a realizar diferentes protestas junto a sus compañeros activistas para parar las demoliciones de las viviendas, y justamente ese día del 16 de marzo, con mucha fortaleza se interpuso a un bulldozer militar Caterpillar D9, que intentaba demoler el hogar del refugiado palestino, cuando el conductor — militar israelí —continuó su marcha, levantó la pala y aplastó a Rachel, luego frenó y dio marcha atrás pasando nuevamente sobre el cuerpo tendido de Rachel, frente a las miradas atónitas del resto de los activistas extranjeros del MIS, para finalmente demoler la casa.

Luego, Rachel fue trasladada al hospital Najjar en Rafah, y a las 17:20 falleció víctima de las heridas, que de acuerdo a los médicos que la atendieron “su muerte se debió al aplastamiento de cráneo y fracturas torácicas”. De acuerdo a varios analistas, miles de palestinos salieron a las calles de Gaza a repudiar el crimen sionista, al grito de “Hoy levantamos la bandera de los Estados Unidos para mostrar nuestra solidaridad con todos los estadounidenses que aman la paz, como Rachel” y “El primer ministro Ariel Sharon es un criminal de guerra”[2].

Debemos también recordar que en 2005 los padres de Corrie interpusieron una demanda civil contra Israel, afirmando que había sido asesinada intencionadamente o que los soldados habían mostrado una negligencia criminal; sin embargo, el año 2012 un tribunal israelí rechazó la demanda en la que se declaraba que el gobierno israelí no era responsable de su muerte.

Desde entonces, su martirio fue realzado por muchos activistas, escritores, poetas, cantantes pro derechos humanos entre ellos el escritor Noam Chomsky, entre otros; así como diversas personalidades han levantado su voz para continuar denunciando su asesinato y que no quede en la impunidad. También la obra de teatro “Mi nombre es Rachel Corrie”, fue llevada a numerosos países y recopilada en un libro, donde se encuentran los escritos de la joven estudiante norteamericana. El año 2008 se publicó el libro “Let Me Stand Alone” “Déjame estar sola”, que contiene escritos recopilados, incluidos diarios y cartas, de Rachel Corrie. Un monumento a ella dentro de Evergreen State College, se titula “Reflexiones sobre la paz y la justicia” y es una representación en bronce y acero pulido de una paloma en la punta de una pirámide. Al mismo tiempo que continúan las protestas a favor de la causa Palestina en el mundo entero. 

Debemos también aclarar que las demoliciones forzosas continúan en la actualidad, siendo que algunos de estos actos de destrucción constituyen infracciones graves del Cuarto Convenio de Ginebra y son crímenes de guerra, recordando también que el establecimiento de asentamientos Israelíes en los territorios ocupados constituye una violación del Derecho Internacional Humanitario; así lo dice el artículo 49 del cuarto convenio de Ginebra, el que dispone categóricamente: “La Potencia ocupante no podrá efectuar la evacuación o el traslado de una parte de la propia población civil al territorio por ella ocupado”[3] y al mismo tiempo la presencia de estos asentamientos, justamente ha sido y es la causa de estas demoliciones injustificadas que realiza el régimen sionista Israelí dejando cada vez más personas desplazadas donde la mayoría son niños como lo hemos señalado; pues también de acuerdo a varios informes de Amnistía Internacional los cuales fueron documentados,(2004), Israel lleva décadas aplicando su política de desalojos forzados y demoliciones de viviendas de palestinos en  los Territorios Ocupados en Cisjordania y la Franja de Gaza[4], ya en ese entonces se había destruido en los Territorios Ocupados más de 3.000 viviendas, centenares de edificios públicos y de establecimientos comerciales privados y grandes extensiones de tierra de cultivo, decenas de miles de personas fueron desalojadas forzosamente de sus hogares. Sólo en el pasado mes de enero, las autoridades israelíes habrían demolido 132 edificaciones palestinas en 38 comunidades en la Cisjordania ocupada, significando un aumento del 135% con respecto al mismo periodo de 2022, catalogándose de “domicidio” de acuerdo a los expertos.

Raquel Corrie, pasó a la inmortalidad, como un modelo en la lucha y resistencia por una Palestina Libre y Soberana, 20 años después, se exige justicia y no impunidad

Por Sdenka Saavedra Alfaro
 

[1] Sdenka Saavedra Alfaro, es escritora, periodista e investigadora boliviana miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia.

[2] Suhail Hani Daher Akel, "Rachel Corrie, una espina de dignidad contra la arrogancia israelí"; 2012. 

[3] IV. Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, 1949. 12-08-1949 Tratado. Artículo 49 - Deportaciones, traslados, evacuaciones

[4] “Israel y los Territorios Ocupados. Bajo los escombros: demolición de viviendas y destrucción de tierras y bienes”; (2004). https://www.amnesty.org/es/documents/mde15/033/2004/es/