Mohammad al-Osaibi, un médico de 26 años de Houra, un pueblo beduino en el sur de Palestina, fue asesinado por las fuerzas policiales israelíes en la entrada de la mezquita de Al-Aqsa en la ciudad ocupada la madrugada del sábado.

La policía de ocupación israelí dijo que al-Osaibi intentó arrebatarle el arma a un oficial después de que lo detuvieran para interrogarlo, lo que provocó que las fuerzas dispararan contra el joven.

Tras el incidente, las fuerzas israelíes cerraron las puertas del complejo de la mezquita de Al-Aqsa a los fieles.

Pero la familia de al-Osaibi negó la versión policial de los hechos.

"La policía está mintiendo", dijo la familia en un comunicado. “Le dispararon más de 20 balas cuando no tenía nada en su poder”.

La familia dijo que al-Osaibi recibió un disparo cuando intervino para ayudar a una niña palestina.

Testigos presenciales dijeron que los agentes de policía israelíes detuvieron a una niña cuando se dirigía al sitio del punto crítico, lo que provocó enfrentamientos con un grupo de palestinos, incluido al-Osaibi.

“La policía disparó a al-Osaibi desde una distancia corta, sin justificación”, dijo un testigo presencial en declaraciones citadas por el periódico Yedioth Ahronoth.

Las tensiones han aumentado en los últimos meses en Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Este, en medio de repetidas incursiones israelíes en ciudades palestinas.

Más de 90 palestinos han sido asesinados por fuego israelí desde principios de este año, según cifras palestinas. Catorce israelíes también han muerto en ataques separados durante el mismo período.

Para los musulmanes, Al-Aqsa representa el tercer sitio más sagrado del mundo. Los judíos, por su parte, llaman al área el Monte del Templo, diciendo que fue el sitio de dos templos judíos en la antigüedad.

Israel ocupó Jerusalén Este, donde se encuentra Al-Aqsa, durante la guerra árabe-israelí de 1967. Anexó la ciudad entera en 1980, en un movimiento nunca reconocido por la comunidad internacional.

Fuente: MEMO