El líder palestino Jader Adnan ha caído mártir tras 86 días en huelga de hambre y la Yihad Islámica Palestina advierte que Israel tendrá que pagar por el crimen.
Las autoridades penitenciarias israelíes han anunciado que la madrugada de este martes (hora local) encontraron a Adnan inconsciente en su celda, por lo que fue trasladado a un hospital en las afueras de Tel Aviv, donde le han declarado muerto.
Adnan, de 44 años, considerado uno de los dirigentes del movimiento Yihad Islámica Palestina en Cisjordania, inició su huelga de hambre en protesta por su detención arbitraria por el régimen israelí el pasado 5 de febrero.
A pesar de que su estado de salud se agravó tras 78 días de no probar alimentos, un tribunal israelí rechazó una vez más la solicitud para liberarlo bajo fianza el pasado 23 de abril, decisión que la fundación palestina de derechos humanos Mahjat al-Quds consideró entonces equivalente a la pena de muerte.
De hecho, según la Sociedad Palestina de Prisioneros (PPS, por sus siglas en inglés), con el martirio de Adnan, el número de mártires de la Resistencia en las prisiones israelíes llegó a 237.
“La ocupación tiene plena responsabilidad en este crimen y tendrá que pagarlo”, avisa la Yihad Islámica en un comunicado, en el que describe a Adnan como un “luchador y héroe” que se dedicó a defender los derechos del pueblo palestino y sus santidades.
El movimiento palestino ha señalado que el mártir Adnan “abrió un gran camino a los hombres y mujeres libres en Palestina y el mundo”, asegurando que la Resistencia continuará la lucha armada contra Israel hasta liberar Palestina.
“Nuestra lucha continúa y jamás se detendrá, y el enemigo se dará cuenta una vez más de que sus crímenes no quedarán sin respuesta, y la Resistencia continuará con toda su fuerza, determinación y persistencia”, ha advertido la Yihad Islámica.
Adnan, padre de nueve hijos, fue arrestado ya 12 veces por el régimen de Israel y pasó más de ocho años encerrado. En total se declaró cinco veces en huelga de hambre durante estos años en protesta por su detención administrativa, razón por la cual se convirtió en un símbolo de lucha para el resto de los presos palestinos.
El régimen de detención administrativa permite el arresto de palestinos sin cargos ni juicio por intervalos renovables que suelen oscilar entre meses e incluso años, sobre la base de pruebas no reveladas que ni siquiera el abogado del detenido puede ver.
Según un recuento del diario israelí Haaretz, Israel mantiene a 967 palestinos en detención administrativa, una cifra récord de las últimas dos décadas.