La reciente “Marcha de la Bandera” racista de la entidad sionista, junto con las provocaciones posteriores en la mezquita de Al-Aqsa, indican un estado de desesperación de los ocupantes israelíes para cumplir rápidamente algunos de los objetivos más duros de la misión sionista. Esto significa cambiar oficialmente el statu quo en Al-Aqsa y los lugares sagrados ocupados de Al-Quds, un movimiento que podría desencadenar el principio del fin del régimen de Netanyahu.
El 18 de mayo, alrededor de 50.000 colonos fascistas israelíes marcharon en y alrededor de la Ciudad Vieja de Al-Quds ocupada, desfilando por la entrada de Bab Al-Amoud al Barrio Árabe y coreando “muerte a los árabes” y “los mataremos a todos” y insultar al Profeta del Islam. Los propietarios de negocios y periodistas palestinos fueron agredidos, todo mientras las fuerzas policiales de ocupación israelíes protegían a los colonos y arrestaban a mujeres y algunos hombres que se levantaron para contrarrestarlos. Los miembros de la Knesset israelí, del gobernante Partido Likud, incluso invadieron los terrenos de la mezquita Al-Aqsa, mientras miles de colonos extremistas entraban en tropel.
Las turbas de linchamiento racistas asaltaron Al-Aqsa y las manifestaciones fascistas tuvieron lugar durante lo que los sionistas llaman su “Día de Jerusalén”, un evento anual en el que han celebrado provocativamente su ocupación ilegal de la Ciudad Santa, todos los años desde 1968. Lo que fue diferente este año es que la coalición israelí se había preparado para usar este evento para lograr la victoria sobre el pueblo palestino y estampar simbólicamente la autoridad de la entidad sionista sobre la ciudad.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pronunció un discurso amenazante hacia la Resistencia con sede en la Franja de Gaza, mientras otros políticos prometían consolidar su poder. El ministro de Seguridad israelí, Itamar Ben-Gvir, junto con el ministro de Finanzas de la entidad, Bezalel Smotrich, se unieron a los colonos de extrema derecha en sus festivales de insultos racistas contra los musulmanes y cristianos palestinos. Ben-Gvir decidió bailar en Bab Al-Amoud con racistas que sostenían un cartel que representaba el “Tercer Templo” judío, una sinagoga que el movimiento del “Monte del Templo” busca construir sobre las ruinas de Al-Aqsa. Luego, el domingo siguiente a esto, Itamar Ben-Gvir irrumpió en persona en la Mezquita de Al-Aqsa, declarando "aquí estamos a cargo", una declaración que desafía la posición mantenida durante mucho tiempo por el ocupante y la comunidad internacional.
El mismo día que Itamar Ben-Gvir irrumpió en Al-Aqsa, el gabinete israelí asistió a su reunión semanal dentro de un túnel excavado debajo de la Mezquita de Al-Aqsa, ubicada en el Muro Occidental del complejo. Según el régimen sionista, la reunión había incluido una propuesta para aumentar el presupuesto israelí para la judaización de Al-Aqsa en $17 millones de dólares, el presupuesto y los proyectos involucrados están destinados a fomentar la construcción de más túneles debajo del Lugar Sagrado, que en a su vez inevitablemente debilita los cimientos de la estructura.
En la mente de los líderes sionistas, creen que su ataque a la Franja de Gaza a principios de mes, durante el cual fueron asesinados 6 altos líderes de la Jihad Islámica Palestina (PIJ), había disuadido con éxito cualquier represalia de los grupos de Resistencia a sus actividades en el territorio ocupado de Al. -Quds. Durante el mes sagrado del Ramadán, el régimen sionista se vio disuadido de continuar sus ataques contra los fieles en Al-Aqsa debido al lanzamiento de cohetes no solo desde Gaza, sino también desde el Líbano y Siria. Sintiéndose envalentonado con la creencia de que habían logrado silenciar a la Resistencia en Gaza con su último ataque, el régimen israelí creía que se podía reclamar una victoria a través de una fuerte declaración en Al-Quds ocupada, una que aparentemente podría ocurrir sin ningún incidente importante. .
La realidad es que los grupos armados de Gaza no habían sufrido un duro golpe durante la última escalada, a pesar del asesinato ilegal de líderes del PIJ. Hamas, el partido de la Resistencia más poderoso en Gaza, no había sido tocado durante la última ronda, ya que "Tel Aviv" había buscado específicamente luchar en una ronda aislada que no conduciría a una guerra prolongada. Por lo tanto, los eventos presenciados dentro de Al-Quds ocupado han pasado sin incidentes debido a otro elemento.
Está claro en este punto que no solo las facciones de la Resistencia palestina han formado una estrategia para proteger los lugares sagrados de Al-Quds ocupados, sino que los actores regionales también se han convertido en parte de la ecuación. Hezbollah libanés y Ansar Allah de Yemen han sido las fuerzas más ruidosas fuera de las fronteras de Palestina que han declarado su intención de formar parte de una guerra regional para proteger Al-Aqsa y los Lugares Sagrados, lo que ha provocado una gran ansiedad por parte de la entidad ocupante.
Lo que debe entenderse es que la Resistencia palestina en Gaza, aunque hoy más fuerte que nunca, todavía tiene una capacidad limitada para luchar contra el régimen sionista. Gaza también es solo una parte de la Resistencia, no es la única base de resistencia dentro de Palestina, ni se debe esperar que asuma toda la carga de la lucha contra el ocupante. "Israel" estaba bien preparado para una escalada el 18 de mayo, lo había planeado con mucha anticipación e incluso llevó a cabo una extensa campaña de arrestos dentro de la ciudad ocupada de Al-Quds para asegurar una calma relativa. Lo que Netanyahu quería era el desfile simbólico de la victoria supremacista, que no logró extraer del ataque a Gaza, que resultó ser un fracaso estratégico en varios niveles.
Aunque lo que ocurrió en la ocupada Al-Quds le dio al régimen israelí una victoria propagandística, no dijo nada sobre la posición de la Resistencia. Si la gente de Al-Quds hubiera salido en decenas de miles para protestar contra las acciones de la entidad sionista, entonces al menos habría habido alguna razón para que la Resistencia en Gaza hubiera actuado, pero sin esto, la batalla habría terminado. han sido completamente aislados de la franja costera sitiada, lo que sería una victoria mucho mayor para los israelíes que su marcha racista. En particular, las protestas en reacción a los eventos en Al-Quds durante las últimas semanas provinieron principalmente de Cisjordania y Gaza, con poca acción dentro de la propia ciudad ocupada. No debería haber ninguna razón para que Gaza sea golpeada con miles de toneladas de explosivos, degradando aún más su nivel de vida.
A pesar de ello, la Resistencia palestina y sus aliados están en condiciones de responder a las provocaciones y ataques a Al-Aqsa si se les escapan de las manos, pero para las provocaciones que acabamos de ver, el primer punto de acción será, naturalmente, una protesta popular. lucha en forma de protestas primero. La pose actual contra Irán y Hezbollah demuestra las actitudes del régimen de Netanyahu en ese momento, describiéndolo actuando de manera irresponsable con el único propósito de apaciguar al público sionista. En realidad, no buscan una guerra a gran escala en ningún frente, por lo que un ataque sorpresa los sacudirá hasta la médula en este momento.