Opinión

Volodímir Zelenski, la marioneta que terminará como Sadam Husein

Volodímir Zelenski, la marioneta que terminará como Sadam Husein

"Desde el inicio del conflicto ucraniano, los países occidentales, y en particular Estados Unidos, brindaron y continúan brindando respaldo al régimen neonazi de Kiev en diversos sectores, entre ellos ayuda económica y militar, lo que, según Moscú, agrava la situación entre las dos partes del conflicto y pone a Ucrania al borde de un colapso..." Por Sdenka Saavedra Alfaro
Sdenka Saavedra Alfaro
Saturday 03 de Jun.
Volodímir Zelenski, la marioneta que terminará como Sadam Husein

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Washington, sus aliados europeos y sus halcones sionistas, están acostumbrados a utilizar soldados, alfiles, marionetas, para ejecutar sus planes, sus dictados para luego ejecutarlos; pues para sus fines nunca buscó, ni busca amigos o socios horizontales, necesita gobiernos serviles, obedientes, que ejecuten sus políticas hegemónicas, eso lo demuestra su historia negra de sus intervenciones a países no sólo de América Latina; sino también de Medio Oriente.

Ejemplo de ello, su ayuda hipócrita a Muamar Gadafi, pasando de financiar el terrorismo a reconciliarse con Occidente; pues su papel fue de ayuda del imperio, la OTAN y sus huestes para invadir a Libia, y en eso jugó un rol importante la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, quién entre otras cosas, fomentó el derrocamiento de Gadafi, y su posterior ejecución, al igual que la destrucción del país africano y la apropiación de sus riquezas naturales.

El artículo del New Yor Times titulado “Hillary Clinton, Smart Power´and a Dictadors´s Fall” en su primera parte y “A New Libya, With ‘Very Little Time Left’” en su segunda parte escrito por los periodistas Jo Becker y Scott Shane [2]a fines del mes de febrero del 2016, afirmó que Hillary Clinton se empeñó en convencer a Obama de la necesidad de atacar Libia; además en miles de correos del año 2011, dados a conocer por el Departamento de Estado  reveló el rostro real, sin maquillajes políticos de Clinton en la agresión a Libia, que visualizan el fondo de la intervención, el derrocamiento de  Gadafi y su posterior ejecución. Una guerra significó la muerte de más de 180 mil personas, una cifra enorme para una población total de 7 millones de habitantes, de acuerdo a los analistas.

La soberbia, la arrogancia, la mentalidad imperial y el carácter bélico de la Casa Blanca, con su política exterior inseparable de la práctica militarista, lo vemos también en el apoyo a Sadam Husein, cuando gobernaba Irak, a quién lo equiparon, suministrándole aviones, y todo tipo de artillería para bombardear Irán, por ejemplo, las fábricas de químicos de Alemania se pusieron al servicio de Sadam para que pudiese hacer de Halabja, Sardsht y los campos de batalla, el blanco de sus crímenes y masacrar a miles y miles de personas, como lo señala el líder de Irán, el Ayatola Ali Jamenei “Sadam Husein, el dictador iraquí y sus aliados, entre 1980 y 1988”.

Después la invasión a Irak el 2003, que de acuerdo al presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, las razones eran, desarmar a Irak de armas de destrucción masiva (ADM), las cuales nunca llegaron a encontrarse y cuya existencia no quedó demostrada[3]; además de ello, otra escusa fue ​ poner fin al supuesto apoyo brindado por Sadam Husein al terrorismo, vínculo demostrado como falso según la Comisión del 11-S. La página WikiLeaks hizo públicos los documentos Irak War Logs (Registros de la Guerra de Irak), sobre la guerra de Irak y su ocupación entre el 1 de enero de 2004 y el 31 de diciembre de 2009 en los que se revelan, entre otros asuntos, el uso sistemático de torturas, la cifra de 109.032 muertos en Irak, de los que 66.081 fueron civiles. 

Tras la salida de Estados Unidos de Irak, en 2011 luego de más de 8 años de intervención directa, que significó el derrocamiento y posterior ahorcamiento de Sadam Husein en 2006, Irak comenzó un progresivo declive que hasta el día de hoy perdura. Vemos que fue utilizado como marioneta de la OTAN, la CIA, el pentágono y todos los países europeos; así como Arabia Saudita e Israel, que de alguna manera ayudaron para que existan entre 250.000 y 290.000 muertes y desapariciones atribuidas al régimen de Sadam Husein, de acuerdo a Human Rights Watch.

En esa misma línea, también se encuentra el apoyo que la administración Reagan generó a Osama Bin Laden, y que significó la creación de la organización terrorista Al Qaeda derivada como el principal enemigo que le ayudó a nacer: Los Estados Unidos, porque también habría que preguntarse si es que precisamente Bin Laden fue también el chivo expiatorio, que la administración Busch usó para ocultar a los verdaderos autores de la masacre que dejó más de 3.500 muertos el 11 de septiembre de 2001, y que van desde el Mossad israelí hasta el propio gobierno estadounidense, tal cual lo señaló Francesco Cossiga, ex Presidente de Italia entre 1.985 y 1.992, quien dijo:

“Nos quieren hacer creer que Bin Laden confesó ser el autor del atentado del 11 de septiembre de 2.001, sobre las torres gemelas de Nueva York, a pesar que los servicios de inteligencia de Estados Unidos y europeos sabían muy bien que el desastroso ataque fue planeado y ejecutado por la CIA y el Mossad”[4].

Es esta precisamente la política belicista estadounidense que creó, y financió a grupos terroristas, junto a la Mossad y los británicos, que trabajaron juntos para crear al mal llamado Estado Islámico (ISIS), Daesh en árabe, de acuerdo a Global Research que menciona a Edward Snowden, el ex empleado de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), quién señala que todos los afiliados a Al Qaeda, incluyendo EIIL, ISIS, DAESH trabajaban para la CIA, e incluso el propio Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry,  admitió que Washington había usado, y financiado al grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) para intentar derrocar al gobierno sirio.

Toda la destrucción de ciudades como Homs, Palmira o Damasco en Siria por acción de los bombardeos de Estados Unidos con la ayuda de estos grupos, el régimen sionista israelí y sus halcones europeos llevaron aelante la devastación, la muerte de millones de personas, al igual que en Irak, y otros países como Túnez, Libia, Egipto, Yemen, Bahréin, Palestina, los cuales estos últimos continúan resistiendo a sus crímenes de lesa humanidad, ante los ojos del mundo y ante la Comunidad Internacional.

En esa misma envergadura se encuentra el gendarme de Washington, como lo califican algunos analistas a Volodimir Zelenski, el actor, cómico y ahora mandatario ucraniano, que recientemente recibió la ayuda de su homólogo estadounidense Biden de aviones de cuarta generación, como los F-16, y demás armamento para que continúe su guerra contra Rusia, país que comenzó el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, con el objetivo de desmilitarizar y desnazificar a Kiev, y evitar que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EE.UU., convirtiera al país eslavo en una base antirrusa.

Desde el inicio del conflicto ucraniano, los países occidentales, y en particular Estados Unidos, brindaron y continúan brindando respaldo al régimen neonazi de Kiev en diversos sectores, entre ellos ayuda económica y militar, lo que, según Moscú, agrava la situación entre las dos partes del conflicto y pone a Ucrania al borde de un colapso; sin embargo los medios hegemónicos hasta el día de hoy llevan a cabo una guerra mediática, tildando de invasión y de terroristas a los soldados rusos, toda una Rusianofobia, la que está respaldada por ejemplo, por los senadores estadounidenses como el senador Lindsey Graham, quién incita a la violencia con sus declaraciones como la reciente, al señalar que “Los rusos están muriendo (…) Es la mejor manera en la que jamás hemos gastado nuestro dinero”, durante su encuentro de la pasada semana con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

Con esto también se está comprobando la participación financiera de EE.UU. en el asesinato de los ciudadanos rusos, y una vez más se corrobora la utilización de Zelenski como alfil de la Casa Blanca sirviente para las disposiciones y sus mandatos; pues esa es la embestida, destruir totalmente a Rusia en ese contexto: ¿Zelenski terminará como Sadam Husein, o Gadafi?

Por Sdenka Saavedra Alfaro

[1] Sdenka Romané Saavedra Alfaro, Escritora, Periodista, Profesora e Investigadora, miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia. 

[2] Becker By Jo, Shane Scott , "Hillary Clinton, ‘Smart Power’ and a Dictator’s Fall"; (Feb. 27, 2016). Ver en: https://www.nytimes.com/2016/02/28/us/politics/hillary-clinton-libya.html

[3] “Bush admite que su mayor error fue creer que había armas de destrucción masiva en Irak”, El País, ( 2 de diciembre de 2008).

[4] “Gladio y el 11 de septiembre”, rebelión (10 de octubre 2014). Artículo original en italiano “Demystifying 9/11: Israel anda the tactics of Mistake”, (Desmitificar el 11/9: Israel y la táctica del error).

 

 

 


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