El productor de Hollywood israelí Arnon Milchan es un testigo clave en un caso contra el Primer Ministro de la Ocupación, Benjamin Netanyahu, por fraude y abuso de confianza en uno de los tres casos presentados contra él el domingo.
Apareciendo por videoconferencia desde la ciudad británica de Brighton, Milchan explicará la cantidad excesiva de obsequios entregados a Netanyahu y su esposa, Sara, pero la defensa intentará justificar que los obsequios fueron solo gestos amistosos.
Se espera que el testimonio del productor, cuyos créditos incluyen películas como Pretty Woman y 12 Years a Slave, dure seis horas todos los días hasta la próxima semana y se transmite en una sala de audiencias para jueces y otros abogados, mientras los periodistas y otros asistentes miran.
Netanyahu llegó a la sala del tribunal poco después de que comenzara el testimonio de Milchan, y Milchan lo saludó en hebreo usando el apodo de Netanyahu: “Shalom, Bibi”.
La acusación enumera que Milchan envió a Netanyahu y su esposa una "línea de suministro" de cajas de cigarros y champán y joyas durante varios años, que ascendió a casi $ 200,000.
La demanda acusa a Netanyahu de abusar de su posición para ayudar a Milchan a obtener una extensión de la visa estadounidense a través de contactos diplomáticos como el exsecretario de Estado John Kerry. También está acusado de impulsar una legislación que habría otorgado a Milchan millones en exenciones fiscales.
“Teniendo en cuenta los muchos vínculos entre el acusado Netanyahu y Milchan, el acusado Netanyahu debería haber evitado por completo tratar los asuntos de Milchan”, dice la acusación, y agrega que los dos hombres tenían conexiones desde 1999.
Los otros dos casos contra Netanyahu involucran soborno, fraude y abuso de confianza, y lo acusan de intercambiar favores regulatorios con poderosos magnates de los medios a cambio de una cobertura positiva. En respuesta, Netanyahu niega los cargos al afirmar que es víctima de la orquestación de los medios liberales y un sistema de justicia sesgado.
El juicio comenzó en 2020 y contó con más de 40 testigos de cargo, incluidos algunos de los confidentes más cercanos de Netanyahu que se volvieron contra él.
El carácter de Netanyahu y la reputación de su familia de ganarse la vida con los contribuyentes y los simpatizantes adinerados han brillado en el último caso. Hadas Klein, asistente de Milchan, testificó el año pasado que la familia Netanyahu “ama los regalos”.
Aunque la idea de un acuerdo de culpabilidad se ha planteado repetidamente, los fiscales siguen decididos a completar el juicio a pesar de los informes de que los jueces les advirtieron y que el cargo de soborno sería difícil de probar.