En represalia por la reciente quema de un ejemplar del Corán en Estocolmo, la capital de Suecia, los usuarios en las redes sociales han anunciado el lanzamiento de una campaña para boicotear los productos suecos en los países musulmanes, a petición de la Universidad egipcia de Al-Azhar, el centro de estudios islámicos más prestigioso del mundo islámico.
“Al-Azhar pide a todos los centros y organismos con competencias para emitir fatuas que emitan una obligando al boicot de los productos suecos en apoyo al noble Corán”, ha comunicado este domingo la Universidad.
También, ha instado a los gobiernos de países musulmanes y árabes a adoptar posturas serias y unidas frente a estas inaceptables agresiones que, conforme la nota, se llevan a cabo bajo la falsa bandera de la libertad de expresión.
Las autoridades suecas, tal y como detalla el texto, permitieron que los terroristas extremistas quemen y rompan el Corán durante la fiesta musulmana de Aid al-Adha (Fiesta del Sacrificio, de gran importancia religiosa y cultural para los fieles musulmanes), lo que es considerado un llamado abierto a la hostilidad, la violencia y la intensificación del conflicto.
Asimismo, el centro islámico ha manifestado su gratitud al presidente ruso, Vladímir Putin, quien portó una copia del Corán, resaltó la santidad del libro musulmán y expresó su respeto por el Islam.
El Consejo de Notables Musulmanes de Al-Azhar, liderado por el gran imán de la universidad, Ahmed al-Tayeb, ha condenado igualmente la quema del Corán y expresado su “rechazo categórico de tales actos criminales que manifiestan un odio aborrecible y un racismo inaceptable”.
Los países musulmanes como Irak, Irán, Yemen, Turquía, Arabia Saudí, Jordania y Egipto, entre otros, alzaron la voz contra la repetida blasfemia a su libro sagrado en Suecia. Asimismo, la Liga Árabe (LA) y el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico expresaron, por separado, una fuerte condena por tal profanación.
En el mismo contexto, la Organización de Cooperación Islámica (OCI), en una reunión de emergencia, pidió a todos los 57 países miembros adoptar una “postura unificada y colectiva” para impedir la repetición de cualquier acto islamófobo.