Ben-Gvir, ministro de seguridad de Israel, ha profanado la Explanada de las Mezquitas en Al-Quds (Jerusalén) con motivo de la fiesta del ayuno de la Tisha BAv y para reclamar lo que llama el “dominio” de Israel sobre el lugar.
“Este es el lugar más importante para el pueblo de Israel, donde tenemos que volver y mostrar nuestro dominio. En este día, en este lugar, siempre es importante recordar: todos somos hermanos. De derechas, de izquierdas, religiosos, laicos”, ha indicado Ben-Gvir.
Por su parte, los colonos israelíes han efectuado los rituales talmúdicos, cantos y cánticos provocativos. Antes del asalto, las fuerzas de ocupación israelí han irrumpido en los patios de Al-Aqsa para asegurar el asalto de los colonos, mientras retiraban a varios palestinos del interior.
Esta es la tercera vez que el ultraderechista se desplaza hasta la Explanada de las Mezquitas para reclamar el control del régimen de Tel Aviv, lo que llegó a provocar un incidente diplomático con Jordania, país custodio del tercer lugar sagrado de los musulmanes, y que fue condenado por la Autoridad Palestina y por Estados Unidos.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha asegurado este jueves que las masivas y continuas incursiones de colonos y ministros israelíes en la Mezquita Al-Aqsa son una peligrosa escalada de la guerra religiosa.
“Estas incursiones son una provocación a los sentimientos de todo nuestro pueblo, nuestra nación árabe e islámica y los pueblos libres del mundo, y muestra el desdén de la ocupación por el sistema árabe oficial y popular”, ha subrayado Hazem Qasem, portavoz de HAMAS.
Ubicada en el corazón de la Ciudad Vieja de Al-Quds, Al-Aqsa se encuentra en una colina conocida por los musulmanes como Al-Haram al-Sharif o El Noble Santuario.
Al-Aqsa es el nombre de todo el recinto y alberga dos lugares sagrados: la Cúpula de la Roca y la propia Mezquita, también denominada Qibli.
El sitio, de 14 hectáreas, es conocido por los judíos como Monte del Templo. Israel dice que el rey Salomón construyó allí el primer templo judío hace 3000 años que fue destruido por los romanos.
El régimen sionista logró apoderarse del lugar en la guerra de 1967 y la anexó, junto con el resto de las partes orientales de Al-Quds y las zonas colindantes de Cisjordania, acción no reconocida por los organismos internacionales.
Los no musulmanes pueden visitar el sitio de Al-Aqsa, pero solo los creyentes de esta religión tienen permitido realizar la oración dentro de la Explanada de las Mezquitas.
El Gran Rabinato de Israel, por su parte, prohíbe a los judíos ingresar al complejo del Monte del Templo porque se considera demasiado sagrado como para pisarlo.
El régimen de Israel permite que los cristianos y judíos visiten el sitio solo durante cuatro horas al día y cinco días a la semana, donde se le permite a los colonos orar en el Muro de las Lamentaciones, debajo de la Mezquita Al-Aqsa.