Los dos senadores republicanos, Dan Sullivan y Lisa Murkowski, han afirmado este sábado en un comunicado que un total de “11 barcos rusos y chinos” estaban operando cerca de las islas Aleutianas, y en respuesta a esta acción, cuatro destructores de la Marina de los Estados Unidos han sido enviados a esta zona.
Sin embargo, el Comando Norte de Estados Unidos afirmó que la patrulla naval se mantuvo en aguas internacionales y no representó una amenaza directa.
Brent Sadler, capitán retirado de la Marina y analista de la Heritage Foundation, considera que la proximidad de la flotilla a Alaska fue una maniobra altamente provocativa dada la situación geopolítica actual. Aunque la flotilla ha regresado a aguas internacionales, la atención se centra ahora en las implicaciones de esta audaz operación conjunta y su impacto en el equilibrio de poder en la región ártica.
Este incidente marca la tercera incursión consecutiva de buques de la armada china en aguas cercanas a las islas Aleutianas, lo que subraya la importancia estratégica de Alaska en la seguridad nacional de Estados Unidos.
Por su parte, China argumenta que esta patrulla conjunta no tiene la intención de amenazar a terceros y que es parte de su plan anual de cooperación militar con Rusia. La creciente cooperación entre Pekín y Moscú ha suscitado preocupaciones en Occidente sobre su influencia global.