Las manifestaciones recorrieron Niamey el domingo, con participantes coreando consignas contra la antigua potencia colonial del país, Francia, y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental [ECOWAS].
ECOWAS, que es el principal bloque regional de África occidental, ha amenazado a los líderes golpistas de Níger con una intervención militar para restituir a las antiguas autoridades del país.
Los nuevos líderes de Níger, que derrocaron al presidente Mohamed Bazoum el 26 de julio, ven que Francia, un aliado cercano de Bazoum, está detrás de la postura antigolpe de la CEDEAO.
Los manifestantes ondearon pancartas que decían "Alto a la intervención militar" y "No a las sanciones", en referencia a las prohibiciones financieras y comerciales impuestas a Níger por la CEDEAO menos de una semana después del golpe.
A pesar de la creciente presión, el líder del golpe, el general Abdourahamane Tiani, dijo en un discurso a la nación el sábado que los líderes militares no planean "confiscar" el poder.
Agregó que la junta lanzaría un diálogo nacional sobre la transición de regreso a un gobierno civil, que "no debería durar más de tres años".
Ni los golpistas ni "el pueblo de Níger quieren la guerra y permanecen abiertos al diálogo", agregó.
Sus comentarios se produjeron después de que el sábado, una delegación de la CEDEAO llegara a la capital de Níger en lo que el bloque calificó como un impulso diplomático final antes de decidir si emprender una acción militar.
La misión diplomática de África occidental llegó a Níger un día después de dar un ultimátum a los líderes militares para que restituyeran al presidente pro occidental.
La delegación fue recibida en el aeropuerto por el primer ministro designado por la junta y también se le permitió reunirse con Bazoum, en una señal de apertura a las negociaciones por parte de los líderes del golpe.
Tiani, sin embargo, advirtió que "si se llegara a emprender una agresión contra nosotros, no sería el paseo por el parque que algunos creen".