Los uniformados israelíes irrumpieron en la noche del jueves en Bab al-Rahma, se enfrentaron con los fieles musulmanes en el recinto y destrozaron partes de su contenido mientras confiscaban otros artículos. La agresión israelí continuó hasta la madrugada de este viernes, según ha informado la agencia local de noticias WAFA.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) condenó la agresión israelí al recinto sagrado, y dijo que el crimen forma parte de la guerra religiosa practicada por la ocupación.
En su cuenta de la plataforma X (antes Twitter), el portavoz del HAMAS para la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), Muhamad Hamada, advirtió que la nación palestina no se quedará de brazos cruzados ante los asaltos del ejército y colonos extremistas judíos a la Mezquita Al-Aqsa y defenderá el recinto sagrado. La voluntad del pueblo palestino vencerá por fin, aseguró.
Durante años, los militares israelíes y colonos extremistas han estado atacando la Sala de Oración de Bab al-Rahma en un intento de tomar el control sobre ella y convertirla en una sinagoga judía. Esto es parte de la agenda más amplia del régimen para judaizar la Mezquita Al-Aqsa —considerada el tercer lugar más sagrado para los musulmanes— y Al-Quds.
Los palestinos denuncian que las incursiones de Al-Aqsa violan el estatus histórico de la Mezquita, en virtud del cual, solo los musulmanes pueden realizar oraciones en este recinto sagrado.