Doce estadounidenses musulmanes, incluido un destacado alcalde de Nueva Jersey, han iniciado acciones legales contra el Departamento de Justicia de Estados Unidos, buscando poner fin a la utilización de una lista de vigilancia encubierta del FBI que, según afirman, funciona efectivamente como un “registro musulmán de facto”.
La demanda fue presentada formalmente el lunes en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Massachusetts. En él, los demandantes sostienen que su inclusión en el conjunto de datos de detección de terroristas por parte del gobierno federal los ha sometido esencialmente a una vida de “ciudadanía de segunda clase”.
La demanda afirma que esta designación arroja una perpetua nube de sospecha sobre las personas e inflige consecuencias de gran alcance que impregnan todas las facetas de sus vidas.
Los demandantes alegan una letanía de agravios, incluida la humillación pública, la vigilancia invasiva, el acoso relacionado con los viajes, la denegación de empleo y la sensación de estar efectivamente excluidos de los Estados Unidos. Argumentan que la propia lista de vigilancia sirve como un registro musulmán no oficial, y que más del 98% de las personas conocidas públicamente que figuran en la lista son de fe musulmana.