Raisi hizo estas declaraciones durante una reunión con los rabinos del grupo religioso Neturei Karta que rechaza cualquier forma del sionismo. Esta reunión fue celebrada al margen del 78.º periodo de sesiones la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU), en Nueva York, EE.UU.
“Los sionistas buscan manchar la imagen del judaísmo. Esto es mientras creemos que los judíos son diferentes de los sionistas”, aseguró el mandatario persa.
Subrayó que la República Islámica no tiene ningún problema con el judaísmo y la Torá y que los judíos son libres de practicar sus deberes religiosos en Irán.
“Solo tenemos problema con los sionistas”, dijo Raisi, y opinó que la República Islámica se opone a oprimir a la gente bajo el disfraz de cualquier religión. “Es por esta razón que no consideramos que el [grupo terrorista takfiri de] Daesh sea musulmán... las atrocidades que Daesh perpetró no son aprobadas por ningún musulmán”, enfatizó.
Por su parte, uno de los rabinos valoró la libertad que la República Islámica ha ofrecido a los judíos del país, y afirmó que “el sionismo no tiene nada que ver con nuestra religión y creencias”.
El sionismo es un movimiento colonialista racista y de colonos, que aprovecha de manera oportunista aspectos del judaísmo en un intento de justificar sus prácticas criminales de apartheid y genocidio de los indígenas palestinos.
La supremacía blanca es dominante dentro de la sociedad israelí, que privilegia a los judíos asquenazíes de piel blanca a expensas de los judíos africanos, los judíos sefardíes y mizrajíes. A las comunidades judías africanas/negras a menudo se les niega el reconocimiento de las autoridades israelíes y algunos miembros incluso son deportados.
De hecho, el sionismo se basa en una perspectiva claramente secular, que acepta la agresión y la expansión como una respuesta aceptable al trauma y denuncia el enfoque pacifista judío tradicional.
Con Moisés como su venerado profeta y la Torá como su escritura sagrada, el judaísmo es una de las religiones monoteístas del mundo.
Un nacionalismo belicoso y un imperialismo describen mejor al sionismo. Su inicio bien puede remontarse al colonialismo europeo del siglo XIX más que al judaísmo.
Desde 1948, cuando ocuparon Palestina y establecieron el estado ficticio de Israel, los sionistas han afirmado falazmente que están de vuelta en su patria ancestral. Aquí es donde las ideologías judías y sionistas entran en conflicto más agudamente entre sí.
Los sionistas alegan que los judíos no merecen renunciar a sus ambiciones políticas después de soportar dos mil años de persecución. Los miembros fundadores del movimiento sionista a menudo se identifican a sí mismos como no religiosos y ateos, y la mayoría de los líderes de los partidos políticos israelíes comparten esta opinión.
Los opositores ortodoxos al sionismo, por otro lado, creen que los judíos fueron castigados por Dios al ser desterrados de Palestina y que no se les permitirá volver allí hasta que hayan alcanzado las virtudes religiosas. Como enseña la Torá, el regreso final a Palestina sería completamente pacífico, y está en contra de las leyes de Moisés trasladar por la fuerza a judíos de otros países a Palestina o participar en cualquier tipo de violencia política contra los árabes palestinos.
Fuente: Hispantv