El presidente sirio, Bashar al-Assad, aterrizó el jueves en Hangzhou, China, y se embarcó en su primera visita oficial a la nación asiática en casi dos décadas, mientras Damasco continúa rompiendo el aislamiento impuesto por Occidente.
La visita tiene una inmensa importancia diplomática, ya que allana el camino para una cumbre sirio-china de suma importancia, y se produce en respuesta a una invitación oficial de su homólogo chino, el presidente Xi Jinping, lo que ejemplifica las cálidas relaciones entre las dos naciones.
La llegada de Al-Assad a China subraya la dinámica en evolución de las relaciones internacionales y el compromiso renovado de Siria de fortalecer los vínculos con socios globales clave.
El líder sirio está acompañado por una delegación de alto nivel compuesta por figuras políticas y económicas, lo que enfatiza el carácter multifacético del viaje. Se espera que durante el viaje se produzcan múltiples acuerdos industriales entre los dos países.
Fuente: Al Mayadeen