Según la agencia palestina Sama, el régimen israelí, de manera deliberada, ha lanzado la madrugada de este martes un ataque aéreo contra el edificio que alberga a diversos medios, ubicado en el oeste de la Franja de Gaza.
Al menos, tres periodistas, identificados como Hisham al-Nwajha, Said at-Tawil y Muhamad Sobh, y otros dos civiles han perdido la vida durante el bombardeo israelí.
El régimen de Tel Aviv suele apuntar la sede de los periodistas en Gaza para impedirles cubrir los acontecimientos y crímenes que comete en esta zona.
No es la primera vez que Israel recurre a asesinar a informadores y reporteros, pues, de hecho, según informes de los medios palestinos, este régimen ha acabado con la vida de 45 periodistas desde 2000, cuando comenzó la segunda Intifada (levantamiento) del pueblo palestino.
En esta arremetida brutal, se ha denunciado que el régimen sionista ha atacado áreas densamente pobladas de Gaza con proyectiles de fósforo blanco, lo que supone un crimen de guerra, según el Derecho Internacional.
Además, ha impuesto un “asedio total” a la Franja de Gaza, cortando todos los suministros de electricidad, agua, alimentos y combustible.
El Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha advertido de que ejecutará a prisioneros israelíes en respuesta a los bombardeos de Israel contra Gaza.
Un portavoz de HAMAS afirma que no habrá un alto el fuego con Israel y adelanta que la operación “Tormenta de Al-Aqsa” está al borde de un logro estratégico.
La operación “Tormenta de Al-Aqsa”, puesta en marcha desde el sábado contra Israel por las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, brazo armado de HAMAS, sigue potentemente en curso.