El incidente violento tuvo lugar en la tarde del sábado cuando la policía de Burlington, Vermont, recibió informes sobre disparos y encontraron a dos personas con heridas de bala en un lugar cercano al campus universitario y una tercera a poca distancia.
La Escuela de los Amigos de Ramalá (Cisjordania), a la que pertenecían las víctimas, identificó el domingo a los heridos como Hisham Awartani, estudiante de la Universidad Brown de Rhode Island; Kinnan Abdel Hamid, estudiante de Haverford College de Pensilvania, y Tahseen Ahmed, estudiante de Trinity College de Connecticut.
Mediante un comunicado, la escuela se solidarizó con las víctimas y sus familias y deseó pronta recuperación para ellos, “especialmente teniendo en cuenta la gravedad de las heridas”. Uno de los estudiantes recibió impactos de bala en el pecho, otro en la espalda y el tercero fue herido levemente.
El Ministerio de Exteriores palestino denunció el domingo que los estudiantes fueron blanco de un crimen de odio por su identidad y religión, dado que hablaban árabe y llevaban la tradicional kufiya (pañuelo) palestina. Asimismo, urgió a las autoridades estadounidenses a responsabilizar a los atacantes.
El tiroteo se produce en un momento en que Estados Unidos es testigo de un aumento de crímenes de odio hacia los musulmanes. La retórica islamófoba de las autoridades del país y el apoyo sin condiciones de Washington a la campaña de bombardeos indiscriminados que lleva a cabo Israel contra la Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre han agravado la situación.
El Comité Estadounidense-Árabe contra la Discriminación (ADC, por sus siglas en inglés), una organización de defensa de los derechos humanos con sede en Estados Unidos, pidió a las autoridades estatales y federales que investigaran el ataque contra los estudiantes palestinos. “El aumento del sentimiento antiárabe y antipalestino que estamos experimentando no tiene precedentes, y este es otro ejemplo de ese odio que se vuelve violento”, declaró el director ejecutivo nacional de la ADC, Abed Ayoub.
A mediados de octubre, ocurrió otro trágico incidente en Estados Unidos, en el que un hombre mató a puñaladas a un niño e hirió a la madre del menor —de nacionalidad palestina— en Chicago, en un claro crimen de odio, vinculado al avivado conflicto israelí-palestino. Según los informes, el agresor gritó: “¡Ustedes los musulmanes deben morir!”.
El Gobierno de EE.UU. ha sido acusado de complicidad con los crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y el genocidio cometidos por Israel en Gaza por proporcionar toneladas de armas al régimen de Tel Aviv en medio del conflicto en curso.