El patio del Hospital Kamal Adwan, el único centro de salud operativo en el norte de Gaza, en la ciudad de Beit Lahiya, ahora está lleno de huellas claramente visibles de tanques y excavadoras israelíes después del ataque del sábado que, según informes, mató al menos a 20 personas.
Mientras el régimen israelí sigue adelante con su ataque sin límites contra la asediada Franja de Gaza, los hospitales del territorio se han convertido en focos de tensión y objetivos clave.
El ejército del régimen ha destruido muchos hospitales con el pretexto de que sirven como “centros de comando y control” para el movimiento de resistencia Hamas con base en Gaza.
Hamás ha rechazado las afirmaciones e Israel no ha proporcionado ninguna prueba irrefutable.
Las fuerzas del régimen han convertido los hospitales de Gaza en cuarteles militares, sitios para francotiradores y centros de detención para personal médico, pacientes y desplazados internos, dejándolos inoperativos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo 8 de los 36 hospitales de la Franja de Gaza están actualmente en funcionamiento y pueden admitir nuevos pacientes, aunque los servicios son dolorosamente limitados.
"Los dos principales hospitales del sur de Gaza están funcionando con tres veces su capacidad de camas mientras enfrentan una escasez crítica de suministros básicos y combustible", dijo el organismo mundial en un comunicado.
Decenas de miles de desplazados internos están utilizando los edificios y terrenos del hospital como refugio.
Según fuentes en Gaza, de esos ocho hospitales, sólo unos pocos “realmente pueden prestar servicios de atención médica” en medio de infraestructuras dañadas y falta de electricidad, gas y agua.
¿Qué pasó en el Hospital Kamal Adwan?
Desde que terminó la tregua temporal de siete días entre el grupo de resistencia palestino Hamas y el régimen israelí a principios de este mes, el área alrededor del hospital Kamal Adwan se ha convertido en una virtual zona de guerra, atrapada en feroces batallas terrestres e implacables ataques aéreos israelíes.
Según periodistas estacionados en Gaza, intensos bombardeos, ataques aéreos y ataques con tanques contra el centro de salud han destruido la gran mayoría de sus instalaciones y todas las carreteras principales que conducen a él.
El lunes pasado, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que dos madres y sus bebés murieron cuando Israel atacó el departamento de maternidad del hospital.
El bombardeo también provocó la amputación de una pierna de otra mujer, según los informes.
Según OCHA, el hospital albergaba a 65 pacientes, incluidos 12 niños en la unidad de cuidados intensivos y seis recién nacidos en incubadoras en el momento del espantoso ataque.
"Cerca de 3.000 desplazados internos permanecen atrapados en las instalaciones y esperan ser evacuados mientras se informa de una escasez extrema de agua, alimentos y energía", dijo la OCHA.
El martes pasado, las fuerzas israelíes atacaron el hospital después de sitiarlo y bombardearlo durante varios días.
Ashraf al-Qudra, portavoz del Ministerio de Salud palestino, dijo en ese momento que las tropas israelíes estaban reuniendo a hombres y niños, incluido personal médico, en el patio del hospital.
La redada, según los periodistas, se produjo bajo "intensos disparos y bombardeos de artillería".
"Los tanques avanzaron más profundamente en las puertas y toda la instalación está bajo intensos bombardeos", dijo un reportero de Al-Jazeera con sede en Gaza. "Se están utilizando altavoces para llamar a cualquier persona mayor de 15 años a salir del edificio con las manos en alto".
Según un informe del Euro-Med Human Rights Monitor, las fuerzas militares israelíes arrestaron al director del hospital, Dr. Ahmed Al-Kahlot, y trasladaron a más de 70 miembros del personal sanitario del hospital a un destino desconocido.
Pero esto no fue el fin de los problemas para el hospital Kamal Adwan y su personal.
Desde el martes pasado, Euro-Med Monitor informó que las fuerzas israelíes han irrumpido en el hospital varias veces, creando pánico tanto entre el personal médico como entre los pacientes ingresados allí.
El sábado, después de nueve días de asedio a las instalaciones, el ejército israelí intensificó sus ataques contra el hospital y derribó a los palestinos desplazados que acampaban fuera del hospital.
"Las excavadoras del ejército israelí entraron en el hospital esta mañana y destruyeron totalmente su sección sur, dejando tras de sí una destrucción masiva tras varios días de ataques y asedio ininterrumpidos", dijo Euro-Med Human Rights Monitor.
"Hace nueve días, tanques israelíes asediaron el hospital, y francotiradores israelíes se apoderaron de los edificios circundantes y dispararon a cualquiera que pasara", añadió el grupo de derechos humanos.
Decenas de civiles, entre ellos mujeres y niños, que dormían en sus tiendas de campaña cuando se produjo la demolición, murieron, según testigos presenciales y trabajadores médicos citados por varios medios de comunicación.
Las imágenes compartidas en las redes sociales mostraban tiendas de campaña y pertenencias arrasadas y animales mordisqueando las extremidades de los “enterrados vivos”.
“La gente fue enterrada viva deliberadamente utilizando excavadoras. Los responsables de este crimen deben rendir cuentas y ser llevados ante la justicia, enfrentando un proceso en la corte penal internacional”, dijo un testigo citado por los medios de comunicación.
Según Euro-Med Monitor, las topadoras israelíes también retiraron los cuerpos de aquellos que habían sido previamente enterrados en el patio de manera humillante "en violación de la dignidad de los muertos".
Wafa Albus, médico del Hospital Kamal Adwan, fue citado diciendo que la situación en el centro médico era “insoportable” en medio de la implacable agresión israelí.
“Arrestaron al director del hospital e interrogaron a todo el personal médico… Incluso nos dejaron perros rastreadores. Los perros también atacaron a un anciano en silla de ruedas”, dijo, describiendo cómo las fuerzas israelíes trataron a los pacientes y médicos durante la redada que duró varios días.
Euro-Med Monitor también informó que un anciano murió después de que le soltaran un perro militar israelí en el hospital.
Abu Mohammed, que vino a buscar a su hijo, lloraba fuera del patio del hospital.
“Derribaron el edificio. Mataron a los médicos. Ni siquiera los médicos se salvaron. No dejaron nada atrás”, dijo según los medios.
"Mi hijo está aquí. No sé cómo lo encontraré”, dijo Abu Mohammed, señalando los escombros.
La ministra de Salud palestina, Mai al-Kaila, ha pedido una investigación sobre la situación en Kamal Adwan.
"El mundo debe tomar medidas serias para descubrir los detalles de este caso, y no tomar a la ligera ni guardar silencio sobre la información proveniente de la Franja de Gaza", dijo un comunicado de prensa del ministerio, según la agencia de noticias palestina WAFA.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Nasser Kana'ani, también pidió a la comunidad internacional que lleve a cabo una investigación sobre los informes de palestinos enterrados vivos en el hospital Kamal Adwan.
"Después de la matanza de cientos de palestinos y la acción de los sionistas para impedir que sus cuerpos fueran sacados, el área del Hospital Shifa en Gaza se convirtió en una fosa común", dijo.
Euro-Med Monitor también instó a una “investigación internacional” en un comunicado de prensa emitido el sábado.
“Se debe abrir una investigación internacional independiente sobre las horribles violaciones que el centro presenció durante los últimos días contra pacientes, personas desplazadas y personal médico como parte de los ataques deliberados y sistemáticos de Israel contra centros de salud en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre”, decía.
Fuente: PressTV