Según ha informado este martes la agencia de noticias palestina WAFA, citando a funcionarios de salud locales, los pacientes con cáncer en el enclave costero están soportando condiciones “insoportables” e “inhumanas” por no tener acceso a medicamentos especializados para el tratamiento del cáncer.
“Después de que el Hospital de la Amistad Turco-Palestina, el único que atiende a pacientes con cáncer en Gaza, se viera obligado a dejar de funcionar, unos 10 000 pacientes con cáncer se enfrentan a circunstancias apremiantes e inhumanas”, afirmó el lunes el Dr. Subhi Skaik, director de este nosocomio, en un comunicado.
Según WAFA, el tercer y último piso del hospital fue blanco de ataques aéreos israelíes el 30 de octubre, causando daños importantes que dejaron al centro médico fuera de servicio.
Dos días después, las autoridades sanitarias palestinas dijeron que el hospital estaba cerrado porque se había quedado sin combustible en medio del paralizante bloqueo de la Franja por parte del régimen israelí.
Financiado por el Gobierno turco, el hospital es una de las instalaciones médicas más grandes de Palestina. Con una superficie de 34 800 metros cuadrados y tres plantas, el hospital tenía 180 camas.
La ausencia de este centro médico crucial agrava la ya difícil situación de los pacientes con cáncer en el enclave costero.
El jefe de la Organización Mundial de Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una nota emitida en las redes sociales, afirmó que los ataques al Hospital de la Amistad Turco-Palestina en Gaza eran “terriblemente preocupantes”.
Los equipos vitales de los hospitales no pueden funcionar debido a la grave escasez de combustible, lo que pone en riesgo extremo a quienes se encuentran en las unidades de cuidados intensivos.
Más de 22 000 personas, la mayoría de ellas niños y mujeres, han muerto en Gaza desde el inicio, el 7 de octubre, de la campaña militar israelí.