La decisión del gobierno israelí de restringir el acceso a la Mezquita de Al-Aqsa durante el mes sagrado del Ramadán ha provocado una fuerte indignación entre los palestinos y el resto del mundo islámico.
Hamas, el movimiento de resistencia palestino, dijo en un comunicado que el plan constituía una nueva escalada del crimen y una violación de la libertad de religión.
El movimiento instó a los palestinos en los territorios ocupados, Al-Quds y Cisjordania a rechazar el plan y abarrotar la mezquita para protegerla de la agresión israelí.
Hamás también advirtió al régimen israelí que cualquier ataque a la mezquita de Al-Aqsa o su libertad de culto no quedará impune y que Al-Quds y Al-Aqsa servirán para siempre como “brújula” para la Ummah.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina, otra facción palestina, dijo que el plan era “parte de la guerra genocida” emprendida por Israel y pidió una “intifada global” contra la ocupación y sus partidarios.
El plan fue propuesto por Itamar Ben Gvir, miembro del gobierno de extrema derecha de Israel, y reportado el domingo por el Canal 13 israelí. El canal informó que el Shin Bet, la agencia de seguridad interna del régimen, advirtió que el plan aumentará las tensiones. especialmente entre los palestinos que viven en Israel.
El canal también dijo que algunos ministros israelíes, como Yoav Gallant y Benny Gantz, se opusieron al plan, argumentando que pasaría por alto las estructuras de seguridad.
Se espera que el Ramadán, el mes sagrado de ayuno y oración para los musulmanes, comience a principios de marzo. Normalmente el mes está marcado por numerosos eventos religiosos y sociales en la Mezquita de Al-Aqsa, que se encuentra en la Ciudad Vieja de Al-Quds (Jerusalén).
La decisión del gobierno israelí provocó una fuerte indignación y protestas en todo el mundo islámico. La mezquita de Al-Aqsa está considerada el tercer lugar más sagrado del Islam.