Recientemente, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció que las fuerzas estadounidenses tomarían la iniciativa de construir un puerto "temporal" en la Franja de Gaza. Según la Casa Blanca, este puerto desempeñará el papel de entregar ayuda humanitaria a la población sitiada y bombardeada de la Franja, de la que se estima que unos 30.000 han muerto en medio de la implacable invasión de "Israel". Si bien, por supuesto, el propósito de tal puerto distrae de la realidad de que "Tel Aviv" siempre ha sometido a la región a un bloqueo naval, no se debe comprar la premisa de que Estados Unidos iría tan lejos como para construir dicha infraestructura puramente por benevolencia. Más bien, hay otra agenda en juego.
Al ofrecer el respaldo incondicional de "Israel" para invadir y ocupar efectivamente la totalidad de la Franja de Gaza, a pesar de lo que los funcionarios puedan decir, Estados Unidos ha tenido durante mucho tiempo la oportunidad de dar a "Tel Aviv" el control sobre los recursos de gas natural en alta mar, que, por derechos legales, pertenecen al estado palestino. Esta área, conocida como "La Marina de Gaza", es el hogar de 1 billón de pies cúbicos de recursos de gas natural. Aunque fue descubierto en el año 2000, "Israel" nunca ha permitido que la Autoridad Palestina tenga acceso a él, y del mismo modo, la Franja de Gaza ha estado durante mucho tiempo bajo un bloqueo marítimo y económico efectivo, lo que ha impedido que se desarrolle fuera del control israelí.
Ciertos acontecimientos mundiales en los últimos dos años han amplificado considerablemente el valor estratégico del gas natural. Es decir, la guerra en Ucrania ha llevado a los países occidentales a luchar por recursos energéticos alternativos para reducir la dependencia de Moscú, en particular aquellos controlados por países "amigables" que complementan los objetivos estratégicos de los Estados Unidos. Con este fin, aumentó un interés político más amplio en la Marina de Gaza, y en junio de 2023, el gobierno de "Israel" decidió "aprobar" la noción de desarrollarla en cooperación con las autoridades palestinas, que según Hamas también le dio a la Franja de Gaza "derechos a ella".
Sin embargo, el estallido de la guerra israelí contra Gaza ha llevado claramente a un cambio de plan. Al pasar esto, Benjamin Netanyahu tomó la decisión política de invadir con el objetivo de ocupar completamente la Franja de Gaza, llamando al farol en las líneas rojas occidentales y afirmando efectivamente el control político de la misma a partir de entonces, que está codificado como "estar bajo el control total de seguridad de Israel". Esto significa, por extensión, que "Israel" también obtendrá un control total sobre la economía y los recursos de la Franja y, por lo tanto, no tendrá que tratar al sistema establecido en la Franja como una parte conjunta en cualquier negociación para utilizar sus recursos de gas natural en consecuencia. Después de todo, la autoridad palestina en Cisjordania se encuentra en un territorio sin litoral lejos del mar y no tiene influencia para controlar los recursos de gas natural que son legalmente suyos.
Teniendo en cuenta esto, parece sospechoso que Estados Unidos decida construir un puerto "humanitario temporal" en Gaza esta vez. El objetivo, por supuesto, no es entregar ayuda humanitaria, después de todo, ¿quién construye un puerto entero solo por un esfuerzo a corto plazo? Además, ¿tal promesa de ayuda marítima realmente marca una gran diferencia cuando EE. UU. continúa dando luz verde y permitiendo el bombardeo israelí indiscriminado del territorio? Más bien, el verdadero objetivo a largo plazo es ayudar a preparar estratégicamente la Franja para lo que ya imaginan que será la siguiente etapa de la ocupación militar israelí completa, una premisa a la que la administración Biden y otros han afirmado oponerse, pero nunca han hecho nada al respecto.
Como Hisham Khreisat, un experto en asuntos militares y estratégicos jordano, dijo a la Agencia Anadolu de Turquía que hay "objetivos ocultos" detrás de la construcción de dicho puerto y que es una "fachada humanitaria que oculta la migración voluntaria a Europa". En otras palabras, se utilizará para permitir "el desplazamiento de los habitantes de Gaza y su huida a Europa". Además de eso, también permitirá a "Israel" controlar cada punto de entrada a la Franja, y señala, a su vez, que "Israel" finalmente cerrará el cruce de Rafah con Egipto cuando invada la ciudad, lo que le dará un control del 100% sobre las fronteras de Gaza, lo que es fundamental para poner fin a la soberanía palestina.
A nivel nacional, también es un truco de relaciones públicas permitir que la administración Biden dé la impresión de que está haciendo algo para desviar algunas críticas, permitiendo que Netanyahu continúe empujando hacia el sur e invadiendo Rafah y así proceda con sus planes, sin oposición. Por lo tanto, si bien se muestra al mundo como un acto de benevolencia humanitaria, en realidad, la construcción de este "puerto temporal" es parte de la estrategia más amplia respaldada por Estados Unidos para poner fin de manera efectiva a la soberanía palestina sobre la Franja de Gaza, crear una nueva salida para los flujos de refugiados y allanar el camino para que "Israel" se apodere de sus recursos de gas natural en el proceso, complementando las políticas de competencia energética de los Estados Unidos con Rusia. Es un caso clásico de "dar con una mano y quitar con la otra". El puerto va a ser un activo efectivo en lo que se convertirá en la plena ocupación israelí de Gaza.
Fuente: Al Mayadeen