El primer ministro francés, Gabriel Attal, durante una visita reciente a un suburbio de París, habló de lo que llamó "creciente infiltración de islamistas" en el país.
Attal dijo que "algunos grupos organizados buscan aumentar la “infiltración islámica” en Francia, incluso en las instituciones gubernamentales."
En un comunicado al respecto, el presidente de la Gran Mezquita de París, Chems-eddine Mohamed Hafiz, denunció tales declaraciones, subrayando que provocan desconexión hacia un segmento de la sociedad y socavan la convivencia pacífica en el país, según Iqna.
Generalizar sobre el Islam y los musulmanes amenaza a la comunidad islámica y debilita la unidad nacional en Francia, según el comunicado.
Hafiz subrayó que cada declaración y acusación debe basarse en pruebas claras y que deben evitarse las declaraciones por motivos políticos.
El presidente de la Gran Mezquita de París lamentó que algunos políticos hagan comentarios islamófobos durante el período electoral para asegurarse el voto de los partidarios de la extrema derecha.